Los bits son las partículas elementales de la era digital. Su existencia, estructural en los ordenadores clásicos y dispositivos digitales –como el que muy probablemente esté utilizando en este instante– se basa, numéricamente, en unos y ceros, mientras que en los chips de ordenador se convierten en algo físico gracias a unos interruptores en miniatura llamados transistores que se activan o se desactivan.
El código informático combina los bits físicos y numéricos en bloques lógicos básicos, como «sí» o «no» y «si» o «entonces». Cuando estos se encadenan miles de millones de bits, se obtiene básicamente todo los que conocemos: desde hojas de cálculo, fotos familiares, tuits, música, hasta inteligencia artificial.
Bits cuánticos, o qubit
No obstante, la ciencia quiere apuntar más alto, más allá de 1 y el 0. Por este motivo, está surgiendo una nueva unidad de información fundamental, los bits cuánticos, o qubit (cúbit), que pueden existir en un estado simultáneo de 0 y 1, como el famoso experimento mental de Schrödinger en el que un gato puede estar vivo y muerto a la vez.
Esta capacidad cuántica promete ser un salto exponencial en la potencia de cálculo, con lo que se podría resolver problemas inmensamente complejos que los superordenadores clásicos no pueden.
Bloque de construcción ideal para un ordenador cuántico
En la actualidad ya tenemos una especie de ordenadores cuánticos, pero por el momento no son lo suficientemente prácticos, fiables o a gran escala como para aprovechar todo el potencial de la tecnología.
Para acercarse a ese objetivo final, un equipo dirigido por investigadores del Laboratorio Nacional Argonne del Departamento de Energía de EE. UU. (DOE), en colaboración con el profesor asociado de Ingeniería Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad A&M de y Universidad del Estado de Florida, Wei Guo, está trabajando en lo que dicen que podría ser el bloque de construcción ideal para un ordenador cuántico.
«Los ordenadores cuánticos podrían ser una herramienta revolucionaria para realizar cálculos que son prácticamente imposibles para los ordenadores clásicos, pero aún queda trabajo por hacer para que se conviertan en realidad», dijo Guo, coautor del artículo, en un comunicado.
«Con esta investigación, pensamos que tenemos un avance que recorre un largo camino hacia la fabricación de qubits que ayuden a hacer realidad el potencial de esta tecnología», agrega.