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Tegucigalpa,Honduras martes 05 abril 2022
El Teatro, que es la festividad cuyo objetivo es dar a conocer lo que representa esta rama del arte para la cultura a nivel mundial.
Fue creado por el Instituto Internacional del Teatro (ITI) en el año 1961 y ese día se celebra en todo el mundo con diferentes actos y eventos relacionados con la escena. La primera vez que se celebró fue en 1962, y la responsabilidad estuvo a cargo del poeta, dramaturgo y cineasta francés Jean Cocteau.
Pero a nivel nacional quisimos conocer cómo está la situación del teatro, por lo que entrevistamos a Edgar Valeriano, director del Grupo Teatral Bambú, quien abordó a profundidad el tema.
Breve reseña del teatro en Honduras
Partiendo de la investigación realizada por Francisco Salvador y Alma Caballero, publicada en el libro “Teatro en Honduras”, dividen esta historia en cuatro épocas. La primera la Época Indígena compuesta por los pueblos que ocupaban la zona geográfica comprendida hoy como Centroamérica, desde Guatemala hasta Panamá, que nos dejaron ilustres manifestaciones teatrales, la del pueblo Maya-Quiché, con el drama Rabinal Achí, ubicado en el pueblo de Rabinal en Guatemala, una obra de intensidad trágica, con elementos mágico-religiosos y que, se presenta entre los pueblos indígenas.
En Nicaragua de la fusión indígena española, tenemos la farsa “Güegüense” o “Baile del ratón macho”, compuesta con elementos indígenas y situaciones del antiguo teatro español; y en Honduras, a través de los cronistas de la conquista, refieren al “Guancasco” la principal manifestación teatral.
Posteriormente tenemos la Época Colonial. En casi todos los pueblos de América se utilizó el teatro como medio de evangelización y enseñanzas europeas. Los frailes y sacerdotes transfieren los “Bailes de moros y cristianos” estos provenientes de España y México, compuestos por diálogos teatrales al aire libre, con música y danzas, comparsería, creados en España a favor de la cristianización de los moros. En Comayagua tenemos también “El Drama de San Sebastián o Baile de los Diablitos” realizada por actores, comparsas, máscaras de diablo y vestuario de época.
Otro hecho importante de este período es que, en el atrio de la iglesia de la ciudad de Comayagua, en el año 1750, se pudo contemplar por primera vez una representación teatral “El diablo cojuelo”, del español Luis Vélez de Guevara.
En la Época Independiente o de independencia que es marcada por el sacerdote José Trinidad Reyes, conocido popularmente como el “Padre Trino”, que escribió, publicó y llevó a escena las denominadas Pastorelas, que hablan de las creencias religiosas sobre el nacimiento de Jesús, incorporando a la vez modismos y costumbres hondureñas. Algunos historiadores consideran estos hechos como el nacimiento del teatro hondureño y universitario.
La investigación de Salvador y Caballero, concluye con la “Época Actual”, comprendida a principios del siglo XX, con la compañía de la familia Unda, provenientes de México y el Teatro Pedagógico de los Montes de Oca, originarios de Guatemala, quienes mantuvieron sus grupos durante varios años y organizaron pequeñas salas de teatro hasta que en 1907 don Miguel Montes de Oca solicitó a la Alcaldía de Comayagüela, permiso para construir un teatro provisional dentro del patio del cabildo, hoy edificio de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
En 1898 se coloca la primera piedra del Teatro Nicolás Avellaneda en Comayagüela, primer teatro construido en el país, el que fue inaugurado el 2 de enero de 1898, como “Teatro provisional de la Municipalidad de Comayagüela”, donado por la República de Argentina. Entre 1911 y 1914 siendo presidente don Manuel Bonilla se inicia la construcción del actual Teatro Nacional, inaugurándose en 1915.
¿Podemos hablar de una época moderna del teatro?
Sí, inicia en 1954 una etapa moderna con el apoyo del Ministerio de Educación, el profesor Santiago Toffé forma un importante grupo de actores aficionados en la Escuela Normal de Comayagüela.
Posteriormente se fundaron varias compañías profesionales como el Grupo Dramático de Tegucigalpa (1956), el Teatro Universitario de Honduras por Francisco Salvador, y el Teatro Infantil de Honduras bajo la dirección de Mercedes Agurcia Membreño (1959).
En 1968 se realiza el Festival Nacional de Teatro con el auspicio del Banco del Ahorro Hondureño. En 1976 Santiago Toffé funda la Academia Nacional de Arte Dramático, hoy Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD) la que es reestructurada por Saúl Toro en 1979; en 1982 los teatristas hondureños se organizan y fundan la Comunidad Hondureña de Teatristas (Comhte).
¿De qué manera ha contribuido el Grupo Teatral Bambú a la evolución del teatro en Honduras?
Durante 32 años continuos hemos llevado el teatro a los 18 departamentos de nuestro país, ajustando algunos de nuestros montajes a las mínimas condiciones técnicas y de espacio, presentándonos en comunidades y lugares que el solo llegar ya es un hecho histórico. El GTB ha representado a Honduras en 16 países de norte, centro, sur América y el Caribe, así como también en Europa, participando en importantes festivales de talla internacional. También durante 32 años ha organizado el “Festival Internacional de las Artes Escénicas Bambú”, festividad de las artes de mayor tradición en el país, reuniendo a más 300 agrupaciones de tres continentes, generando el intercambio de experiencias entre artistas y usuarios, así como la circulación y programación de espectáculos en diferentes países, y desde el 2016 nuestra sala de teatro Bambú Centro Cultural, ofrece semanalmente una variada cartelera de artes escénicas.
¿Qué escuelas de teatro funcionan en Honduras?
La Escuela Nacional de Arte Dramático, ha sido la única entidad de formación teatral en el país, con la limitante que su plan académico no ha sido formalizado por el Ministerio de Educación y desde su fundación ha formado a hombres y mujeres que hoy son figuras importantes en el ámbito teatral, enseñando mediante un plan académico de educación no formal
¿Cuál ha sido la puesta en escena hondureña más emblemática?
Son varias las obras teatrales hondureñas que han enaltecido la profesión a nivel nacional e internacional, en esta oportunidad que me preguntan por “una”, partiré entonces desde la dramaturgia, puesta en escena y elenco hondureño: “Louvabagu” (El otro lado lejano), interpretada por el grupo Superación, de la comunidad garífuna de Guadalupe, Colón, escrita y dirigida por el insigne creador nacional Rafel Murillo Selva.
Así pues, el teatro en Honduras, es una profesión que va en crecimiento, un teatro que está contando nuestra historia y que cada día gana más espectadores, concluye Edgar Valeriano.
Fuente: La Tribuna
