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Tegucigalpa,Honduras lunes 07 febrero 2022
Aulas vacías y una educación que va en retroceso, ese es el panorama que se vive en el sistema educativo nacional, en donde está previsto que el proceso de retorno a clases presenciales.
2020 y 2021 quedarán registrados como los años más nefastos para la educación hondureña ya que se registraron cifras altas de deserción estudiantil y un retraso en el nivel de aprendizaje.
Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), reveló que el 40% de los niños y jóvenes en Honduras abandonaron su año escolar por la crisis sanitaria de la COVID-19 al no contar con los recursos para llevar sus clases en línea. Según las cifras de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), un millón de niños no pudieron acceder a las clases virtuales.
El ministro Daniel Esponda, ha convocado para hoy a docentes y padres de familia (no a los escolares) para dialogar sobre el retorno a clases. La misión que tiene el gobierno de Xiomara Castro de Zelaya es plantear una estrategia fresca para garantizar una educación de calidad en los niveles pre básico, básico y media, de una forma segura para los maestros, estudiantes y padres de familia. Asimismo, establecer mecanismos para el retorno a las aulas en el nivel superior.
Para el exministro de Educación (2012 – 2017), Marlon Escoto: “el reto en educación es monumental, incomparable a los retos de antes de la pandemia, donde el desafío era abrir las escuelas, invertir en infraestructura, atraer cooperación internacional, mayor acompañamiento en los municipios y cercanía de la familia”.
A su criterio, el problema ahora consiste en generaciones de niños totalmente desfasados, lo que debe ser abordado como un tema de país, donde el nivel de compromiso debe reflejarse en los hechos, no en el discurso.
La problemática en el sector educativo es tan grande que Escoto considera que se deben unir expertos para buscar soluciones que le sirvan al nuevo gobierno a comenzar con pie derecho su mandato. Así mismo, volver la enseñanza mucho más técnica y que se adapte a las nuevas tendencias de la educación moderna.
CAMBIOS PROFUNDOS
Los expertos de la pedagogía consideran que es necesario cambiar lo que estudiamos, insistir en la enseñanza de un segundo idioma, especializar a los menores en programas de computación como Excel, invertir para que sean posibles los cursos Online y el aprendizaje móvil.
“El Congreso debe legislar en ampliar el presupuesto de la Secretaría de Educación y reactivar el Consejo Nacional de Educación, que lo presidirá la presidenta Xiomara Castro de Zelaya”.
Según Escoto, desde este Consejo se debe hacer un plan que puede incluir a las universidades, las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que se relacionan con la educación, los gobiernos locales.
Además, que haya una buena relación entre el Poder Ejecutivo, el Legislativo, la Secretaría de Finanzas y recuperar la confianza con la cooperación internacional, ya que “es un reto enorme. Buena parte del presupuesto de educación se dedica al pago de planillas”, señaló.
Los años que Escoto tiene de experiencia en el ámbito educativo le permiten una visión del tiempo que necesita Honduras para recuperarse de la crisis educativa que se vive en este momento.
“Se requiere un ciclo de 12 años de trabajo sin interrupción para estabilizar la educación, eso permitiría recuperar la brecha de preescolar, los de noveno grado y secundaria. También orientar la educación a los desafíos actuales. Es un trabajo enorme que requiere inversión, liderazgo y tiempo”, dijo.
Escoto remarcó que existen decenas de miles de niños que debieron haber aprendido a leer y escribir entre primero y segundo grado, con 6 y 7 años, y que no lo han conseguido. “Esto presiona a los grupos vulnerables de analfabetas infantiles. En la secundaria la mitad no han conseguido culminar sus estudios”, apuntó.
“Como educador que he sido, es tiempo de juntarse alrededor de un pacto con la educación en todos los sectores y priorizar por encima de cualquier diferencia. No tiene ningún sentido el futuro de un país si no educa a su gente, se requiere de mucha dedicación y hasta ahora no lo hemos visto. No se hizo durante estos dos años de la pandemia y tampoco vemos con la suficiente fuerza de reivindicación la labor del Estado en educar a su gente en este proceso de transición”. Marlon Escoto, ministro de Educación.
Fuente: hondudiario
