Fundada en 2018, al startup española quería resolver los problemas técnicos que presentaban los motores para así mejorar la eficiencia y reducir los costes adheridos a las misiones espaciales.

Para ello lo que hicieron fue fijarse en los desarrollos de la NASA de los años 70 y 90, cuando la empresa pública americana creó y fabricó los primeros motores en V, o también llamados aerospike.

Estos motores presentaban una mejora en cuanto a eficiencia, ya que usaban menos combustible gracias a su diseño de doble escape de gases.

Ahora, la empresa española Pangea Aeroespace ha conseguido replicar este diseño pero con materiales barato y sostenibles, y con un coste de fabricación excepcionalmente bajo.

Estas dos cualidades han conseguido llamar la atención de varias agencias espaciales, como es el caso del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, donde pondrán a prueba su invento de cara a la fabricación de motores para cohetes de verdad. También están en conversaciones con la ESA.

Los motivos por los que el motor aerospike se abandonó en 1990 fueron los altísimos costes de fabricación y ensamblaje, de ahí que el sector aeronáutico se pasara al diseño tradicional de campana.

Ahora, con el uso de las impresoras 3D para hacer fabricación aditiva y con los nuevos materiales (el GRop42, una aleación del cobre, lo sacan de una fábrica de Valladolid), la compañía española ha conseguido desarrollar un motor en V que es realmente barato de fabricar.

La startup asegura que ha conseguido encender a la primera, durante más de tres minutos cada vez, y en repetidas ocasiones, su prototipo de motor aerospike, por lo que podemos hablar de que Pangea Aeroespace tiene entre manos un producto que puede cambiar la industria aeroespacial.

Una vez se traslade el diseño de este motor Made in Spain a cohetes de verdad, será cuestión de tiempo que viajemos a la Luna o a Marte impulsados por el ingenio español, como en los viejos tiempos de navíos y conquistadores.