Desde su puesta en la órbita baja de la Tierra, cuando se efectuó el lanzamiento del primer componente de la Estación Espacial Internacional (ISS) en 1998 y tras su ocupación en el año 2000, nunca se habló de hasta cuándo el proyecto colaborativo espacial continuaría con su misión.
Resulta que desde aquel momento hasta la actualidad han pasado unos 23 años, y su estructura, como sus componentes, han comenzado a envejecer, por lo tanto, es lógico pensar en cómo deberá ser retirada de la actividad cuando llegue el momento.
Aunque no está claro cuándo la NASA apagará la ISS, todo indica que la fecha tope es en 2028, la agencia está tratando de encontrar una solución para sacarla del espacio después de décadas de contribución invaluable.
Igor Komarov, el jefe del organismo, hizo el anuncio de planes de desarme junto al oportuno administrador de la NASA, Charles Bolden, pero finalmente no se dio a conocer ninguna acción.
Tras la extensión del contrato de Boeing con la NASA como contratista principal para la ISS, la aeronáutica también trabajaría en la ampliación del hardware estructural principal de la estación hasta finales de 2028.
Otras versiones indican que también ha habido sugerencias que la estación podría convertirse en un centro de operaciones comerciales, o hasta una instalación hotelera y centro de investigación, tras ser retirada de servicio por las entidades que manejan su destino.
La Estación Espacial Internacional ha sido descrita como el artículo individual más caro jamás construido: En 2010, el costo total fue calculado en 150,000 millones de dólares (mdd).
Esto incluyó el presupuesto de la NASA de 58,700 mdd (sin ajuste de inflación) para la estación de 1985 a 2015. Unos 72,400 mdd de 2010; 12,000 mdd de Rusia; 5,000 mdd de Europa, otro tanto de Japón y 2,000 mdd de Canadá.
A este presupuesto se le añade el costo de 36 vuelos de transbordador para construir la estación, estimado en 1,400 mdd cada una, o 50,400 mdd, en total.