Tegucigalpa,Honduras jueves 08 abril 2021
La ONG hondureña Jóvenes Contra la Violencia busca cambiar la vida de niños y adolescentes desplazados forzados por la violencia o reclutados por las pandillas, cuyo trabajo fue reconocido con el premio a la innovación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Fue creada hace diez años ante la necesidad de organizar a la juventud contra la violencia que afecta a Honduras, país que registra un promedio diario de nueve homicidios, crímenes atribuidos, en su mayoría, a las acciones de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.
Para Santiago Ávila, cofundador de Jóvenes Contra la Violencia, la organización nace con la idea de buscar «soluciones para la prevención de la violencia» en el país y contrarrestar el reclutamiento de jóvenes.
«Desarrollamos diferentes metodologías para generar factores protectores frente al desplazamiento interno forzado por la violencia y toda la problemática que se puede vivir en las comunidades», explicó Ávila en declaraciones a Efe.
El trabajo de la ONG está dirigido a niños y jóvenes mediante el diseño de estrategias para «poder arrancarles a estos jóvenes a todos los grupos organizados que generan cosas no positivas en el país», explicó.
En su opinión, la estrategia de la organización es similar a la de las pandillas, pues genera «este sentido de pertenencia a los chicos, que se sienten en familia, para poder repensar sus vidas y hacer cambios políticos y sociales dentro de su país y sus comunidades».
PROTEGER A LOS DESPLAZADOS
Jóvenes Contra la Violencia pretende también «sensibilizar» a los tomadores de decisión, para que «vean todas las necesidades del país», señaló Ávila, quien indicó que Honduras requiere legislar para proteger a los desplazados por la violencia.
En Honduras existe la necesidad de «un marco legal de protección» a las víctimas del desplazamiento forzado por la violencia, añadió el director de Jóvenes Contra la Violencia, una ONG recientemente galardonada con el premio a la innovación de Acnur.
La Comisión Interinstitucional para la Protección de Personas Desplazadas por la Violencia presentó en 2019 ante el Parlamento hondureño el proyecto de Ley para prevenir, atender y proteger a los desplazados internamente, sin que siquiera se llegue a discutir.
Con presencia en todo el país a través de más de 360 voluntarios, muchos de ellos víctimas de la violencia o expandilleros, la ONG capacita a los jóvenes en diferentes temáticas, enfatizó Ávila, quien hace trece años tuvo que abandonar su hogar luego de que su hermano Mauricio, de 16 años, fue secuestrado, torturado y asesinado por una pandilla.
AGENTES DE CAMBIO
La organización busca que los jóvenes sean «agentes de cambio» en sus comunidades y puedan demostrar al mundo «todo el talento que tienen», agregó Ávila.
«Hay muchas historias de éxito dentro de la ONG y eso es lo que nos hace una organización con ideas innovadoras, porque solo aquel que ha pasado situaciones difíciles puede dar mejores respuestas frente a los riesgos que viven las comunidades», subrayó.
Sobre el reconocimiento de Acnur, dijo que representa «mucho orgullo» y «responsabilidad, porque ser reconocidos con un premio tan importante, nos genera este sentido de repensar las cosas buenas».
Calificó a Jóvenes Contra la Violencia como «sinónimo de familia que genera confianza, respeto, talento, tolerancia y unidad», y afirmó que la juventud es «una esperanza» para que la ONG siga «transformando la realidad» de muchos.
Fuente:La Tribuna