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NO HAY LUZ AL FINAL DEL TÚNEL

Tegucigalpa, Honduras martes 30 marzo 2021

 

«La luz al final de túnel» es una frase que escuchamos frecuentemente cuando se visualiza la salida a alguna crisis o situación complicada, es también aplicada como una metáfora ante las adversidades de cada persona o grupo de personas, sobre lo que esta sucediendo en el país y advierten una posible solución.

Desde la llegada de la pandemia del coronavirus al país, hace un año, dejó en total evidencia las debilidades administrativas del actual Gobierno, que en los últimos años, ha estado sometido a críticas nacionales vinculadas a la corrupción y al crimen organizado, provocando un debate mediático sostenido entre los diferentes sectores, lo que racionalmente, perceptivamente *no permiten ver una luz al final del túnel*.

La deficiente atención de la salud para los hondureños, el desastre administrativo de la educación, la pérdida masiva de empleos, el cierre de cientos de pequeñas y medianas empresas, que son la base fundamental para la estabilidad de la sociedad, están provocando masivas migraciones, aumento de la pobreza y de la delincuencia.

El gobierno debate a diario, la ejecución de proyectos en beneficio de las mayorías, «préstamos solidarios, vivienda, promoción del agro, inversión y su lucha frontal contra la violencia, las drogas y el crimen organizado» que opaca muchas de las acciones proactivas que podrían despejar la oscuridad e incertidumbre de millones de hondureños.

Perceptivamente han posicionado que el Gobierno hondureño, es sólo la figura del presidente, cuyo liderazgo se ha ensombrecido por las denuncias de corrupción y la concentración de poder y/o la ejecución de actividades de desarrollo social en todo el país, a través de los diferentes programas.

«El país necesita mucho más que la entrega de 20 viviendas, más de 100 préstamos económicos a campesinos o ha micro micro empresarios», por mucha bulla que se promueva en los medios de comunicación y redes sociales de la presidencia, *no se mira una luz al final del túnel*.

La corrupción en la salud, la impunidad sobre los hechos, el desempleo; los juicios contra hondureños vinculados al narcotráfico en los Estados Unidos, donde se mencionan al mandatario, el debate de la inversión pública y las dudas de la empresa privada, a unos 10 meses del final del presente gobierno, los hondureños de los diferentes estratos seguiremos viviendo en la incertidumbre y en la oscuridad donde no se mira ninguna luz al final de este mandato.

Fuente: hondudiario

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