Tegucigalpa,Honduras martes 13 octubre 2020
La excelencia con la que desarrollamos nuestras actividades, siempre traen su reconocimiento y para Karina Yolibeth López Márquez, estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS), ese esfuerzo ha sido recompensado al ser merecedora por segunda ocasión del premio Centroamericano a la Excelencia Académica Rubén Darío.
Otorgado por el Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), con el propósito de reconocer la dedicación, perseverancia y esfuerzo de aquellos estudiantes de distinción académica y pertenecientes a universidades públicas de Centroamérica y de República Dominicana, la pasante de la carrera de Derecho, con tan solo 24 años de edad y con un índice académico del 99%, recibirá su segundo galardón el próximo 22 de octubre.
“Es un agradecimiento profundo con Dios y realmente este premio representa el esfuerzo y sacrificio que mi mamá ha hecho para darme la oportunidad de que pueda estudiar a tiempo completo. Ella ha sido un pilar fundamental y el motor que me impulsa para siempre esforzarme y mi mayor satisfacción es verla feliz a ella porque sé que está recibiendo el fruto de todos sus sacrificios y que todo ha valido la pena”, aseguró.
La joven, originaria de la comunidad de Terlaca, Guarita, Lempira, expresó que después de cinco años de estudio, está en su etapa final y que como meta tiene estudiar una maestría en el exterior. “Mi proyecto es estudiar una maestría en el extranjero bien en Derecho Internacional, Laboral o Administrativo y añadido a esto me gustaría tener una oportunidad para poder desarrollar lo que he aprendido en la universidad porque si bien es cierto la universidad nos enseña mucho, pero la vida práctica es otra cosa, entonces quisiera esta oportunidad en donde pueda afianzar mis conocimientos para luego independizarme en el ejercicio de mi profesión”, indicó al tiempo de asegurar que su aspiración es poder ayudar a los demás con su profesión.
“Una nota no define a un estudiante, sino que debemos de aprovechar cada clase para aprender y no para sobresalir, sino para servir a los demás como lo dijo una vez la Madre Teresa de Calcuta: “Si no vivimos para servir, de nada nos sirve vivir”, finalizó.
Fuente: El Pais