Tegucigalpa, Honduras martes 26 mayo 2020
De acuerdo con la psicóloga, la inestabilidad emocional se podría acrecentar por las vicisitudes generadas por la pandemia.
La salud emocional se estaría viendo amenazada por los diferentes conflictos sociales y económicos que ha desencadenado la pandemia del coronavirus que, desde mediados de marzo del año en curso, obligó a las autoridades a dictar cuarentena y la suspensión de labores en la mayoría del territorio nacional.
La psicóloga Irazema Ramos, detalló al respecto, que la crisis de salud que estamos viviendo, el distanciamiento social, la incertidumbre que conlleva mantener la economía familiar etc., sin duda alguna está provocando reacciones emocionales que cada uno debe aprender a gestionar de manera efectiva. “Nuestra salud mental está amenazada y debemos aprender a sobrellevarlo de la mejor manera”, afirmó.
Dijo que si bien es cierto muchas personas tienen la capacidad de resiliencia y son capaces de mantener una postura positiva ante las adversidades, otras estarían expuestas. “Esta crisis en la que estamos sumergidos sí puede afectarnos emocionalmente, provocando algunos síntomas de trastornos del ánimo o de ansiedad, como por ejemplo la melancolía extrema, reducción de nuestra energía física, dejamos de disfrutar cosas que antes nos daba placer desarrollar, nos llenamos de incertidumbre y mil preguntas ruedan en nuestra cabeza, sin una visión clara de un futuro próximo etc., pero no necesariamente en todas las personas tendrá un efecto negativo, ya que algunos cuentan con habilidades y capacidad que puede mantenerles a flote en este proceso”, acotó.
AFECTACIÓN
La ansiedad y la depresión constituyen una de las mayores causas de sufrimiento en el mundo y en nuestro país, pero, según afirma Ramos, “la atención a la salud mental nunca ha sido tomada en cuenta de manera efectiva y lastimosamente no es una prioridad en el país, por lo que los pensamiento, intentos y las conductas suicidas, pueden haber estado latentes desde hace un tiempo atrás en algunas personas, pero es en este tiempo de incertidumbre general, podrían alcanzar un índice mayor de incidencia y prevalencia”, lamentó y fue por eso que recomendó estar pendiente de aquellas personas que de alguna manera han padecido de depresiones.
Asimismo, explicó que la relación familiar está en igual de condición de amenaza, pues al estar los jefes de hogar oprimidos por las diferentes dificultades que acarrea el virus, como la presión económica y la necesidad de suplir de alimentos a la familia y no poderlo hacer por la falta de empleo, genera una conducta agresiva que podría poner en peligro una adecuada relación con la pareja e hijos.
“Es por eso que tener claro cómo estamos emocionalmente, es primordial para poder iniciar una regulación en nuestro comportamiento. Si necesito DAR ALGO a alguien, lo primero que debo considerar es si tengo “ESE ALGO”. Por lo que, si en mi relación familiar debe prevalecer la comunicación, la tolerancia, la paz etc. Esos mismos elementos, “ese ALGO”, primeramente, debo tenerlo yo, para poder ofrecerlo a ellos.
Es por esto, que la experta consideró que es fundamental que cada uno desarrolle la inteligencia emocional necesaria para poder regular la conducta y saber hablar y callar cuando corresponda.
“Cualquier tipo de crisis puede amenazar nuestro bienestar físico o psicológico y por ello podemos considerar que, si la persona no cuenta con los recursos básicos y sino gestiona bien sus emociones en este proceso, es probable que su salud mental se vea afectada”, concluyó.
Fuente: La Tribuna