03.04.2020
Los agujeros negros y su forma en cómo funcionan han sido objeto de estudio de los astrónomos y científicos desde hace años. Desde el simple hecho de detectarlos, no es tarea fácil.
Es por ello que entre más se sabe de estos fenómenos del espacio, resultan más sorprendentes.
Según una nueva investigación publicada en The Astrophysical Journal Letters, se detectó una gran llamarada de rayos X en el 2006, de la cual, en su momento, no se sabía su origen. Algo que han resuelto recientemente.
Dacheng Lin, quien ha liderado este estudio, apoyado de un grupo de expertos, descubrió que una estrella fue absorvida por un agujero negro cuando se acercó demasiado al este.
«Los agujeros negros de masa intermedia son objetos muy evasivos por lo que es fundamental considerar todo cuidadosamente y descartar explicaciones alternativas para cada candidato», dice Lin en la publicación.
Esto pudieron confirmarlo con la ayuda del telescopio Hubble.
Lin explicó a la BBC que en este caso solo encontraban dos escenarios: o era obra de un agujero negro de masa intermedia distante, fuera de la Vía Láctea, o era una estrella de neutrones que se enfriaba en nuestra galaxia.
Según investigaciones anteriores, se había demostrado que cuanto más masiva es la galaxia, más masivo es su agujero negro.
Los agujeros negros de masa intermedia han sido los más difíciles de investigar. Así que la reciente evidencia del Hubble es la más detallada que se tiene hasta el momento.
#HONDURASQUEDATEENACASA
Fuente: elnuevodia.com