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CARMEN ESTHER MEJIA GOMEZ: UNA PERSONALIDAD POLIFACÉTICA

Tegucigalpa, Honduras domingo 17 noviembre 2019

La conocimos, de vista, cuando ingresamos al primer curso de Bachillerato del  Instituto Central en 1953. Al año siguiente, ya pudimos compartir el aula de clase en la sección «A». Era 1954, un año azaroso para el país y mi familia.(Convulsión social, encarcelamiento por razones políticas de mi padre Octasiano Valerio, etc.).

Estábamos en un aula del primer patio del colegio. Carmen Esther (Tethey), era una alumna puntual, de excelente presentación, cumplida con sus deberes académicos y dotada de gran amabilidad..Se trataba de una chica excepcional. Esperábamos las clásicas «cocacoladas» sabatinas, que que realizaban en las casas de habitación de algunas de nuestras compañeras,  para poder socializar y bailar con ellas, en las que Tethey destacaba siempre por su personalidad polifacética.

Cuando llamábamos por teléfono, contestaba casi siempre un señor, ya mayor, con la misma palabra. » oigo!»,característicamente usada por las personas de origen cubano.. Fue hasta mucho tiempo después, que nos enteramos que Tethey era tataranieta, nada menos, del prócer cubano, General Máximo Gómez, quien vivió en Honduras en la segunda mitad del siglo XIX, antes de emprender las luchas independentistas  de su patria natal y de la República Dominicana,

Un día, la maestra de Literatura, profesora María Isabel Guillén de Rodríguez, le cedió la palabra a Tethey, para que hiciera su exposición, quien nos dijo: «Hoy quiero hablarles de don Santiago Ramón y Cajal». Algo le había escuchado en alguna ocasión a mi padre, sobre ese personaje, por lo que mi atención se despertó al escuchar su nombre. Los demás compañeros y compañeras se quedaron viendo con extrañeza.

Durante varios minutos, nuestra compañera, leyó su trabajo, correctamente redactado y con muy atildada voz, en el que nos hizo descubrir al célebre médico y humanista español, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1906, por sus valiosas investigaciones y aportes en los campos de la Histología y la Anatomía.

Tethey siempre participaba, junto con otras distinguidas alumnas del colegio, en los actos cívicos y culturales que organizaba el Profesor Carlos Pedroza, otro ciudadano de orIgen cubano. Ella cantaba, declamaba o bailaba, ante la inocultable admiración de la audiencia.

Hace unas semanas, las hijas de Tethey y su esposo, el doctor Tomás Martínez Ponce, le organizaron una rumbosa fiesta para celebrar sus ochenta abriles. Fue una hermosa celebración, en la que muchos de los invitados vestían indumentaria de los años veinte del siglo pasado, en la que Tethey lució sus habilidades en el baile del popular ritmo Charleston, junto con los demás asistentes, que todavía se acordaban del mismo.

Hubo demostraciones de sincero afecto y alegria, tributadas a la excepcional amiga y compañera, quien es la indiscutible lideresa de la Promoción «Presentación Centeno», graduada en 1957 en el glorioso Instituto Central.

Fuente: La Tribuna

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