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Tegucigalpa, Honduras lunes 28 octubre 2019
El Conservatorio “Amadeus” arriba a sus 25 años de existencia enriqueciendo la vida cultural del país. Y es que la música es parte inherente al ser humano; todo aquel que ejecuta un instrumento musical enriquece su alma y, por lo tanto, su condición humana será un cúmulo de valores trascendentes que dignifican la vida.
“Amadeus” tiene el mérito de ser el primer conservatorio privado que se funda en Tegucigalpa, el 1 de septiembre de 1994, por los músicos profesionales David Antonio Vides Banegas, quien fue fundador y primer director ejecutivo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Honduras; y, por su esposa, la talentosa pianista, Asha Santwan. El Conservatorio abrió sus puertas a la juventud hondureña, llenando así un vacío en cuanto a la formación musical se refiere; así todo interesado en aprender música como profesional o como actividad complementaria, ahora tenía una opción de estudio de calidad.
En estos 25 años de formación musical, son cientos de alumnos los que han pasado por sus aulas de clase, entre los que se cuentan músicos propiamente dichos, así como médicos, ingenieros, abogados, etc. El personal docente, altamente calificado en el área musical, ha efectuado desde siempre una excelente labor.
Para celebrar este importante aniversario hemos entrevistado a su directora, Asha Santwan, de origen hindú, y que llegó a nuestro país por primera vez en 1985; ella nos habla sobre la fundación del Conservatorio Amadeus, así como de otros aspectos culturales.
¿Cómo empezó su relación personal y profesional con David Vides?
Conocí a David en el Conservatorio Tchaikovsky en Moscú, donde estábamos estudiando, nos enamoramos y nos casamos en 1984 y vine a Honduras por primera vez en 1985. Para mí fue muy emocionante venir a conocer el otro lado del mundo. Aunque físicamente los hindúes y los hondureños somos parecidos, pero la comida es completamente diferente y tuve que acostumbrarme a ella. Terminé mis estudios en Moscú y a partir de 1988 me quedé viviendo definitivamente en Honduras.
¿Cómo surge la idea de fundar el Conservatorio Amadeus?
Cuando yo vine a Honduras, David ya trabajaba en la UNAH y yo también pasé a laborar ahí. Nos integramos a la reforma curricular para la Carrera de Música que actualmente es una hermosa realidad. En ese entonces solo había una Carrera de Arte. También David empezó el proyecto de la Sinfónica Nacional, y se trabajó mucho en estos dos proyectos allá por 1994.
A raíz de estos proyectos surgió la idea del Conservatorio, sobre todo porque uno de músico necesita un público; si no tiene un público educado es bien difícil trabajar. Pero con la educación musical se va creando la necesidad en el público de escuchar música pura, de calidad.
Háblenos un poco de la historia del Conservatorio.
Iniciamos el 1 de septiembre de 1994. Recuerdo que el primer alumno que matriculamos se llamaba Mauricio Zarrut, y empezamos en el barrio La Hoya, en el centro, y estuvimos un año ahí. Después nos pasamos a un local en la colonia Miramontes, y en el 2007 a la sede actual, siempre en la misma colonia.
Cuando abrimos este fue el primer conservatorio privado en Honduras. En Tegucigalpa solo estaba la Escuela Nacional de Música, y en San Pedro Sula estaba la Victoriano López. Nosotros llenamos un espacio que hacía falta, porque las escuelas existentes tenían requisitos de ingreso. Mientras que aquí permitimos que las personas también puedan estudiar en otro lado y aquí vienen a recibir su formación musical. Las escuelas, como la de Música, son colegios que de una forma u otra cierran las oportunidades para todos aquellos que desean aprender música como un hobby; pero, con nosotros, las personas ahora podían aprender música sin tantos requisitos formales.
A partir de entonces nos dimos cuenta que muchas personas empezaron a entender la importancia del arte musical, que no estaba tan popularizado, y fueron más conscientes de la diferencia que hace la música en la educación.
¿Cuál es el énfasis en la enseñanza musical en el Conservatorio?
Desde su fundación el Conservatorio ha hecho énfasis en el efecto extraordinario de la música en el desarrollo intelectual de la niñez. Con la creación de un plan infantil que atiende a niños y niñas a partir de los cuatro años y medio de edad. Impartimos además clases de instrumento y teoría musical a los jóvenes y adultos que desean comprender y disfrutar el maravilloso mundo de la música. Que en realidad es, como fue dicho por el compositor alemán, Karl María von Weber, “el verdadero lenguaje universal”.
¿Tienen alguna ayuda o apoyo gubernamental?
No, ninguna; no tengo conocimiento de que se brinde algún tipo de ayuda. La política cultural del gobierno es muy pobre o inexistente. Pero sí podemos mencionar que ha habido cierto apoyo; por ejemplo, en el momento en que llegamos no había casi nada, pero a partir de la formación de la Sinfónica, cambia y en ese momento hay apoyo gubernamental. Es lamentable que ya no exista el Ministerio de Cultura.
¿Qué satisfacciones le ha proporcionado su trabajo en el Conservatorio?
Me siento muy orgullosa cuando veo que los niños aprenden mucho, influenciados por su educación artística. Aprenden disciplina, la perseverancia, el deseo de tener perfección en lo que hacen, que son valores que vienen con el arte; porque el arte musical los exige. Y constató que nuestros alumnos son brillantes, son personas realmente diferentes porque se esfuerzan.
¿Qué valor tiene el arte en la vida?
Yo creo que el arte debe ser lo más importante en realidad, más que las otras materias. Aquí se dice que importan matemáticas, español, ciencias; es cierto, todas tienen su lugar, pero el arte ayuda a ser mejor en esas áreas. Entonces tiene un lugar fundamental en la vida del ser humano.
¿Ha presentado proyectos artísticos al gobierno o instituciones privadas?
Más que proyectos, hemos dado apoyo a causas sociales, pero a veces o no se entienden o no se valoran. Quizás hay más apoyo a la parte de la música popular; por ejemplo, si viene Shakira se nos hace difícil competir con un público orientado hacia la música popular propiamente dicha. Lo vimos cuando vino Plácido Domingo, que estuvo casi vacío; en cambio, si viene un reguetonero se agotan los lugares y cobran lo que quieran. Esto es producto de que el pueblo adolece de una verdadera formación musical.
¿Cuáles son sus logros al frente del Conservatorio a lo largo de estos 25 años?
Lo que le mencioné, que nuestros alumnos son realmente brillantes en sus campos, hay médicos, abogados, etc.; gente que estudió música en segundo plano, y que han triunfado en su campo profesional. Otro hecho que me ha dado mucha satisfacción es que se ha entendido la importancia de la educación musical. Porque si no hay nada ninguna opción de aprendizaje, no pasa nada, pero sí hay un camino, como lo ha sido el Conservatorio, entonces se entiende la importancia de la música en la vida humana. Recordemos que quien aprende música se transforma, se educa para el bien.
Los cientos de alumnos que han pasado por el Conservatorio “Amadeus” son un fiel testimonio del impacto positivo que ha tenido la música en sus vidas. La formación musical jamás pasa desapercibida y es notoria en la expresión del alma que le rinde culto a la belleza.
¿Habrá un concierto para celebrar los 25 años del Conservatorio?
Hay que decir que nosotros siempre hacemos varias presentaciones al año. Pero para celebrar el 25 aniversario de nuestro Conservatorio haremos un concierto en el cual invitaremos a exalumnos para que participen. Asimismo participará el Centro Contemporáneo de Danza de San Pedro Sula con un grupo de bailarines de ballet clásico. Y será un homenaje a mi esposo recientemente fallecido. Este concierto será en el Teatro Nacional, Manuel Bonilla, el 19 de diciembre a las 7:00 pm, y están todos cordialmente invitados.
Fuente: La Tribuna
