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“Tres salas, tres generaciones”, en la Galería Nacional de Arte

Tegucigalpa, Honduras lunes 23 septiembre 2019

Las obras de Santos Arzú Quioto, Julio Visquerra y Manuel Barrios, en las “Tres Salas, tres generaciones” y la mirada o más bien el deleite de recrear el espíritu en el jardín escultórico de la Galería Nacional de Arte, son placeres que los capitalinos tienen a la mano.

Y es que, en la primera ciudad del país, aunque la oferta cultural es más nutrida, pero no la suficiente, se necesita de la promoción de las actividades para que los jóvenes, niños y adultos puedan acceder a esos espacios que en su mayoría son gratuitos o el costo es módico y accesible para todo público.

 

Galería Nacional de Arte

Uno de esos lugares especiales es la Galería Nacional de Arte, donde su director José Jorge Salgado, indicó que, aunque en Honduras se ha crecido en cultura, se hace necesario impulsarla desde las escuelas para empoderar a los niños y jóvenes de su derecho universal a disfrútala y nutrir así su formación.

Desde hace un tiempo, la Galería Nacional de Arte ha sido reubicada contiguo al Correo Nacional en el Paseo Liquidámbar, pero es en San Pedro Sula donde está su colección permanente, apostilló.

“Nuestra sede en Tegucigalpa es un proyecto curatorial que se llama Tres Salas, Tres Generaciones, es una muestra de arte contemporáneo de artistas hondureños de tres generaciones diferentes, de alto nivel y prestigio internacional”, explicó.

El experto en arte refirió que la institución sigue a la espera de que se le otorgue un digno espacio a la Galería Nacional, la que está dirigida por la Fundación Pro Arte y Cultura que fue creada en 1994 para salvaguardar el patrimonio artístico y cultural y para el disfrute de las presentes y futuras generaciones.

“La cultura de nuestro país debe ser manejada por profesionales que pueden hacer una lectura de lo que verdaderamente se necesita para impulsar el arte de los hondureños”, opinó.

Indicó que el objetivo es la preservación de la obra artística como un documento; la Unesco, declara que la obra artística es la percepción del artista en cada momento que le toca vivir y la Galería Nacional contiene una gran cantidad de obra artística que se ha ido adquiriendo con los años, reflexionó José Jorge Salgado.

Señaló que las aportaciones que da el ciudadano que ingresa a la Galería es mínima y que el centro funciona con apoyo del gobierno, los socios y patrocinadores que apoyan el arte.

José Jorge Salgado

La Galería recibe al año 40 mil visitas en su mayoría niños y jóvenes a la vez que hizo un llamado a los docentes de centros educativos del nivel medio y básico para que hagan el recorrido con sus estudiantes.

Agregó que la Galería Nacional de Arte cuenta con el personal especializado para atender a los niños, adolescentes y adultos, todos los guías son graduados de la Escuela Nacional de Arte, y tienen mucho que aporta al conocimiento de los visitantes.

Indicó que cuando los alumnos llegan de escuelas de alto riesgo su entrada es gratis, se hacen las gestiones para que ellos no gasten, lo que no se quiere es que ellos dejen de venir y disfrutar de estos espacios de cultura, externó.

La Galería Nacional de Arte está abierta de martes a sábado de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde y los domingos de 10:00 de la mañana a 3:00 de la tarde.

Destacó que todos los artistas son importantes y todas sus muestras tienen un valor agregado que es el mensaje que envían.

La Galería Nacional alberga 240 artistas que muestran su cultura, obras que dejan diferentes mensajes en cada una de sus creaciones.

 

Sudarios y Centinelas

Detalló que en esta oportunidad están expuestas las obras de Santos Arzú Quioto con su propuesta artística que se denomina “Sudarios y Centinelas”, esta obra es una propuesta que habla de la muerte y también de la vida, es un espacio donde el artista ha querido hacer un acercamiento y un homenaje a los muertos a esos que aparecen encostalados, pero también hacen un homenaje a esas personas velan por la vida.

Santos Arzú Quioto presenta en su exposición al centinela mediante las coronas que son comunes en los pueblos hondureños cuando muere alguien o el día de difuntos, donde demuestra la identidad nacional y que hace recordar el pasado, pero también nuestro futuro que debemos conservar nuestra identidad y nuestros propios elementos que los identifiquen como tales.  

“Todos tenemos nuestro centinela que nos cuida y nos guía desde el cielo, asimismo, en la tierra porque nuestros amigos y familiares también se convierten en centinelas”, comentó el funcionario.

El sudario recoge los fluidos de la persona cuando muere, el artista nos quiere enseñar en esta obra que el muerto recoge su espiritualidad y se lee o interpreta hacia arriba porque va en ascenso en busca del ser superior.

Fuente: Proceso Digital

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