Tegucigalpa, Honduras sábado 17 agosto 2019
La producción mundial de alimentos está sujeta a una serie de factores de presión, tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda, que condicionan su desempeño y evolución en el tiempo, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Si bien el crecimiento poblacional siempre ha sido un condicionante de primer orden, otros elementos han ganado importancia en las últimas décadas por su capacidad para intervenir en dónde y cómo se producen los alimentos, así como en cuánto alimento se produce. En particular, hay algunos aspectos que pueden tener gran impacto en la dinámica y la evolución del sistema agroalimentario.
El crecimiento poblacional y la urbanización generan cambios en los patrones de alimentación y en la dinámica del sistema agroalimentario. Aunque el crecimiento de la población mundial se esté desacelerando, en algunas regiones la población continuará expandiéndose más allá de 2050, o incluso de 2100.
Además, más personas viven ahora en ciudades (54%) que en áreas rurales, y se espera que ese proceso de urbanización se acelere a medida que la población crezca. América Latina, y en particular América del Sur, ha sido la región en desarrollo que se ha urbanizado de manera más temprana y rápida, y en la actualidad cuenta con más de un 80 por ciento de la población viviendo en ciudades (FAO, 2017).
El hecho de que los ingresos urbanos sean más altos que los rurales permite incrementar la demanda de alimentos procesados y preparados, así como de alimentos de origen animal, frutas y verduras, en detrimento de los cereales.
CONSUMO ALIMENTOS
Las proyecciones de crecimiento económico, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios, revelan un impacto importante en los volúmenes, valores y composición de la demanda agrícola futura.
Fuente: El Pais