Tegucigalpa, Honduras viernes 09 agosto 2019
Hola amables lectores. Otra vez a su servicio para el relax y la lectura del mundo de un ayer y la evolución en donde nuestras ciudades no pueden ser la excepción.
Imelda Sauceda, una inquieta damita de unos 19 años pasa apresurada frente al portón del edificio de la Secretaría de Finanzas. Luce una faldita corta a cuadros y camisa blanca, bolso pequeño, rosado. Cuando es abordada pone cara de ser sorprendida, al comienzo. Nos identificamos.
Dice no saber cómo se llama la avenida que transita ni el nombre del edificio en donde se maneja el “biyuyo”. (en el argot ). Estamos frente a este. Cuando le mencionamos la palabrita que se usa popularmente, sonríe. Ya se le nota más tranquila. La gente anda a la defensiva.
PARTE DE LA HISTORIA
No creemos que alguna vez- como la mayoría con sus problemas económicos y de inseguridad a cuestas- se detuvo a pensar que por esta zona que recorre a diario camino a su casa en Barrio Abajo, también transitó la historia de Tegucigalpa. “Si no conozco como se llama ahora, peor como se llamaba esto antes, usted ”, añade.
Le decimos que está sobre la histórica avenida Cervantes y en cuanto al edificio, antes funcionó como Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Desde hace algún tiempo tornándose a Finanzas. “Ahhh… pues ya han de haber muerto todos aquellos que trabajaron aquí cuando lo inauguraron , verdad…(¡) je,je,je, (se tapa la boca).
Luego se confunde entre el bullicio de esta ciudad que sigue mimando parte del tiempo. Porque algunos legendarios edificios – que bien hoy servirían para dar a conocer la historia- los han reformado para dar paso al “modernismo” en el llamado “casco histórico “.
“Es que están muy jóvenes y a estas chavalas que les va a interesar. Ni se la enseñan en los colegios. Solo piensan en “roliar” (divertirse) y en el celular para chatear, nos dice uno de los parroquianos que no reparamos, escuchaba todo.
Creímos involucrarla a ver si conocía parte de la historia de su ciudad, pero rápido se esfumó. Seguro no le importó el tema.
Fuente: La Tribuna