COROZAL, CONVERTIDO EN UNA ENORME SALA DE ARTE

Si ya hace mucho que no vas a Corozal, es posible que la imagen que tienes de esta comunidad esté desfasada. Corozal se ha convertido en un enorme espacio de atracción y se transforma cada día.

Los mismos corozaleños, principalmente los que viven en el exterior a cada fotografía, preguntan ¿Qué parte de Corozal es esta?

Hoy platicamos de una de esas novedades que gusta mucho a los locales y a los visitantes. Corozal se ha convertido en una enorme sala de arte. Un grupo de artistas de la pintura, encabezados por el famoso muralista Javier Espinal, invadieron Corozal y lo que han creado es realmente increíble. Son cuadros que trascienden lo visual y tocan el alma.

Espinal, con su Organización Juan Casco, piensan que el arte es del pueblo y hay que darselo. Fue así como apoyado por la Alcaldía de La Ceiba que proporcionaron el material de pintura y del Patronato de Corozal que dieron la alimentación y hospedaje, hicieron manos a la obra.

Corozal luce lleno de color. Paredes que emiten un mensaje y dan esperanza. Causan emoción y asombro. Es una forma también de crear ambiente de confort y dar una sensación acogedora. Desde luego todo el crédito es para los artistas que con el poder y la magia que llevan en sus manos tienen el don de transmitir belleza y estética.

Estos grandes artistas vinieron algunos desde El Salvador y otros de aquí mismos de Honduras, contaron con el apoyo de la Alcaldía de La Ceiba. Las pinturas son todo un éxito, son capaces de crear, paz y dar esperanza. Como se sabe, los últimos años Corozal ha sufrido un impacto negativo derivado del gran flujo de emigración hacia los Estados Unidos, sin embargo eso no le impide crecer. Corozal avanza y no mira atrás. Persiste la idea de hacerlo cada día el mejor lugar para vivir.

Esta comunidad tiene una rica historia. De acuerdo a Carlos Castillo Chávez, Corozal se fundó en 1864 por el pescador Manuel Cayetano, originario de San Antonio, Colón. Cayetano partió de su comunidad hacia Porvenir Atlántida, entonces un gran centro comercial. Al llegar frente al caserío de Piedra Pintada dispuso descansar de su agotador periplo.

En su respiro del tremendo viaje fue invitado a quedarse, algo que hizo. Posteriormente hizo su casa en un sitio totalmente deshabitado a la derecha de Piedra Pintada. En ese lugar había muchos corozos, se asentó ahí fue trayendo a su familia y ese lugar es justamente lo que hoy se conoce como Corozal.