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Tegucigalpa,Honduras lunes 24 junio 2019
¿Dónde y cuándo nacen los talentos? ¿Qué papel juegan los padres para que sus hijos despierten las habilidades que les son inherentes? Los niños son creativos desde que comienzan a desarrollar su capacidad cognitiva en el entorno familiar y social. Desde el nacimiento hasta la cuna, el niño comienza a dar señales de lo que será, tiempo suficiente para que los padres vayan descubriendo en ellos las habilidades que irán desarrollando durante el proceso de desarrollo. Durante este período los padres deben ser cuidadosos y observadores, además, ser un ejemplo digno de imitar.
El desarrollo psicológico donde priva la armonía familiar es vital para su crecimiento integral. No se trata de hacer una copia de lo que somos como padres. Los niños no son una copia fiel del papá o la mamá. Déjelos que tengan su propia personalidad; lógico, habrá que aplicar disciplina pero no los prive de aquello que les gusta hacer, no les corte las alas, déjelos que vuelen con su imaginación y en poco tendrá un hijo prodigio.
Un grupo de sociólogos argentinos afirman que los niños cuando van al kínder (Jardín de Niños), comienzan a perder su libertad y derecho a pensar porque los patrones educativos no están diseñados para que piensen y actúen; los maestros piensan por ellos y les cambian su manera de pensar en lugar de descubrir en ellos cuáles son sus intereses y habilidades. En consecuencia, el niño desde que sale del hogar hacia la escuela descubre que ha perdido su libertad, que está en un campo de concentración con muros alrededor donde solo recibe órdenes de hacer y no hacer.
Allan Mauricio Mendieta (12) tuvo el privilegio de nacer en el seno de un hogar que le permitió desarrollar su libertad sin el acostumbrado no hagas esto o lo otro, mira que te vas a caer; por el contrario, descubrieron en él habilidades que le ayudaron a cultivar y, cuando fue a la escuela llevaba la mentalidad de un campeón.
Lesly Emilia Sosa, madre de Allan, nos cuenta la historia: “A los cuatro años ingresó al Jardín de Niños Danlí. Formó parte del grupo “Talentos de oriente” en la rama de fútbol en el equipo de Kínder, convirtiéndose en el máximo goleador. Como atleta ganó el primer lugar en la carrera de relevos. En la media maratón patrocinada por las Fuerzas Armadas a beneficio de los niños con cáncer, ganó el primer lugar, para entonces estaba en segundo grado en la escuela Luis Gamero.
La carrera deportiva de este jovencito es vertiginosa, futbolista, atleta, basquetbolista y artes marciales. Durante los Juegos municipales de Tae-Kwondo, fue campeón en su categoría “Cinta verde-azul. Ha participado en 9 campeonatos en San Pedro Sula y Tegucigalpa, ganando ocho; convirtiéndose a temprana edad en un triunfador, gracias al apoyo de sus padres y la disciplina con la que enfrenta cada torneo.
El “Chino”, como le dice su propia familia, a sus 12 años es integrante de U.10 del Fútbol federado de su equipo “Héroes” de la escuela. Durante el campeonato 2018 fue el máximo goleador. Las comparaciones en casos como este no caben, pero la influencia de la familia es importante para el logro de la excelencia. El caso de Leonel Messi, por ejemplo; fue su abuela materna la que lo motivo incursionar en el fútbol, pero fue hasta los 17 años que hizo su debut en el Barcelona, de hecho los niños se inspiran en alguien, crean sus ídolos y siguen sus pasos.
¿Pero cuál es su principal motivación? Su madre Lesly Emilia, afirma que tras él está su padre Allan Mauricio Mendieta; creo que mi hijo tiene en su papá su principal inspiración y la familia que le brinda apoyo y sigue a todas partes donde le corresponde competir.
Desde el 2015 integra el equipo de baloncesto “Villeda Morales”, de la colonia del mismo nombre. El entrenador es el papá que ocupa gran parte de su tiempo para apoyarlo, lógico, se siente orgulloso de tener un campeón en la familia. Creo que somos afortunados porque nuestro hijo va por buen camino y el hecho de incursionar en otras disciplinas deportivas lo preparan desde temprana edad para el éxito, aunque para la familia, lo importante es su formación integral, sostiene Emilia con marcada emoción.
Pero volviendo al baloncesto, Allan, está integrado al equipo Panteras de adultos, él es el único menor. Fue seleccionado en U-12 de baloncesto para participar en el campeonato de mini baloncesto en la “Copa Amistad” en Panamá, realizada recientemente, esta vez no obtuvo ningún galardón pero el solo hecho de haber sido seleccionado es motivador para un niño de su edad.
¿Y la escuela? Los niños con habilidades deportivas y el arte son excelentes estudiantes. Allan desde el primer grado a la fecha lleva excelencia académica, programa su tiempo para cada actividad, pero entiende que la más importante es la académica, afortunadamente, los maestros y su mamá lo ponen al día con las tareas e investigaciones. Dada su capacidad intelectual y deseo de salir adelante mantiene la excelencia pero para ello, cuenta con excelentes padres que le han inculcado valores y principios.
Fuente: La Tribuna
