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Tegucigalpa, Honduras jueves 13 de junio 2019
En los próximos días será puesto en práctica en Honduras, un modelo de negocio que ha sido exitoso en Colombia y que consiste en crear cadenas de negocios en base de microfranquicias nacionales.
En el proyecto piloto entrarán entre 30 a 40 microempresarios que contarán con un aporte financiero del 20 por ciento como capital semilla, aportado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En la estructuración participan gremiales como cámaras de comercio y centros de desarrollo empresarial, pese a que este esquema se puede replicar en cualquier cadena productiva, empezará con marcas de locales de bebidas de café y cacao.
Los detalles del proyecto fueron presentados ayer durante un encuentro con expositores en uno de los salones del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), donde participaron dueños de microfranquicias y clientes potenciales.
El proyecto está alineado con los Objetivos Desarrollo Sostenible (ODS) que promueve la ONU en todo el mundo y permite enfrentar retos tales como: el desempleo juvenil y la reducción gases de efecto invernadero.
El expositor colombiano, Óscar Sarmiento, contó que en Cartagena, varios emprendedores crearon una microempresa para comprar el aceite quemado de los negocios de alimentos, que antes se iba por las tuberías a contaminar el medioambiente.
Hoy día los socios son exitosos generando utilidades y a la vez, reciclando los líquidos y reduciendo la huella ecológica en esta ciudad colombiana. El coordinador del proyecto por parte del PNUD, Dennis Fúnez, explicó que este programa de microfranquicias, permite mantener ocupada a la población “Nini” o jóvenes que ni estudian, ni trabajan.
Además, de aportar beneficios sociales “es un modelo de negocio que genera rentabilidad y permite mejorar la calidad del trabajo, ingresos, reducción de la brecha de empleo e inclusión de género”, planteó el funcionario del PNUD.
“Tiene un componente social muy fuerte, pero es un negocio finalmente. A través de las microfranquicias, conecta a dos aliados estratégicos; al microfranquiciante o empresa con una marca posicionada que tiene un mercado establecido y lo comparte con el microfranquiciado”, detalló Fúnez.
Para llegar a buen puerto, ambos deben entrar en una negociación, según los promotores, este modelo de negocios es una inversión segura para el comprador de los derechos de explotación, porque permite ahorros al evitar los costos en la curva de aprendizaje o introducción de un producto o servicio nuevo a los mercados hondureños. (JB)
Fuente: La Tribuna
