Tegucigalpa,Honduras. 03.05.2019
La tradición de revestir las cruces cada 3 de mayo con papelillo, flores o mantos de colores fue heredada al pueblo hondureño por los españoles.
En Tegucigalpa la antigüedad de esta devoción es narrada a través de cinco cruces, relató el historiador y periodista Nahúm Valladares, quien nos acompañó en un recorrido por estas obras que han sido testigos de la fe católica durante generaciones.
1- La primera parada fue la catedral San Miguel Arcángel donde se conserva “La Cruz Quemada”, el más antiguo símbolo de la cristiandad en Tegucigalpa.