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Tegucigalpa, Honduras 01 abril 2019
El fin al largo invierno y el inicio de una de las temporadas más bonitas en Japón, se celebró 21 de marzo en Japón.
Es el día del equinoccio de Marzo que indica el inicio de la primavera y el fin del largo invierno. Este día es festivo nacional en Japón y se conoce como Shunbun no hi.
Los japonses salen a la calle, a los templos a rezar por su bienestar, a dar gracias y a disfrutar de una deliciosa temperatura de 15 grados centígrados.
Es también conocida como “Shunbun no hi”, que es el día principal del Higan, una importante fiesta budista que dura siete días. El nombre significa “la otra orilla”, metáfora que se utiliza para referirse al estado de iluminación de una persona.
Segun se comentó, es tamien el momento en que una persona pasa del estado de sufrimiento e ignorancia a un estado permanente de paz y claridad.
En Japón, simboliza también el paso del río Sanzu, es decir, el paso de la vida a la muerte.
Razón por la cual, en los días próximos al equinoccio las familias suelen visitar las tumbas de sus antepasados en los cementerios y hacen ofrendas de flores frescas, comida y bebida.
El sakura o las flores de cerezos marcan el inicio de la primavera.
Tanto el equinoccio de primavera, como el de Otoño, son fiesta nacional en Japón, aunque la gente siempre acude a trabajar, pero apartan tiempo para visitar los templos y dar gracias por la naturaleza.
También, hacen tiempo para pasarlo con sus familias, visitar las tumba o hacer limpieza en las casas. El día dura lo mismo que la noche, entonces, en el equinoccio es un tiempo para hacer cambios en la vida de cada persona y es buen momento para empezar un hobby.
Los agricultores aprovechan estas fechas para pedir una buena cosecha y crianza de animales. Los más tradicionales, usan sus atuendos típicos, como el kimono, que es una pieza de mucho valor y sentimiento en las familias de Japón.
De los aspectos más importantes de esta fiesta, no se puede omitir el Sakura, que es cuando florecen los árboles de cerezos, que son todo un espectáculo a lo largo y ancho del país.
Los nativos y extranjeros que visitan Japón se fotografían al pie de los árboles de cerezos, que cautivan no solamente por la cantidad que hay, sino por la flor tan bella y perfecta en un inconfundible color rosa, que es también todo un hábito comercial que pinta en rosado el país nipón.(NA).
Fuente: La Tribuna
