Hondurasensusmanos Noticias Las noticias positivas que nos hacen crecer!
Tegucigalpa, Honduras 22 febrero 2019
El cine hondureño ha recorrido mucho camino desde que el pionero Sami Kafati irrumpiera en la escena cinematográfica con lo que se consideran las primeras películas en el país. Queda mucho que discutir sobre la calidad de las producciones que se han realizado y atraen sin dudarlo, a muchas personas a las salas de cine. Sin embargo, sí se puede decir que en este escenario, se destacan las cineastas hondureñas, con propuestas de calidad y contenido, capaces de competir con sus producciones a nivel latinoamericano y mundial. Entre ellas, podemos mencionar a Laura Bermúdez, quien se ha enfocado en el género documental y ha logrado variados reconocimientos con sus obras.
De forma particular el corto “Negra Soy” a cargo de Jablo Productions y Tercer Cine, que nos narra la vida de las mujeres en la comunidad garífuna de Punta Gorda, se ha alzado con varios galardones, entre ellos la ”Biznaga de Plata: Premio del Público” del Festival de Cine en Español de Málaga (FMCE) y el premio a la competencia de cortometrajes latinoamericanos, en la categoría de mejor corto. Además de ello, el documental fue seleccionado en el Festival de Cine y Derechos Humanos “ Artículo 31” en la cineteca Mataderos de Madrid, en el Festival de Cine y Derechos Humanos “Censurados” en la Universidad de Lima, en Sardinia Film Festival en Italia, Sheffield Doc Fest en Inglaterra, Festival Internacional de Cortometrajes en Sao Paulo y DC Shorts en Washington, entre otros.
El corto muestra la historia de una comunidad a través de la vida de las mujeres, una de ellas, una niña que empieza a explorar el mundo que la rodea. El contenido no es novedoso en sí mismo, pero sí lo es el enfoque que la documentalista realiza sobre el mismo bajo una mirada creativa y única. Nos muestra la vida cotidiana de las mujeres en un pueblo garífuna, el primero de Honduras, sus costumbres y tradiciones, pero alejadas del folclorismo habitual. Son las palabras de estas mujeres quienes dan cuenta de su fuerza como reproductoras de la vida, como pescadoras, como músicas, dueñas de la palabra. Ellas se cuentan desde un lugar de muchas necesidades si, pero un lugar de poder, un lugar donde la memoria de sus antepasados convive con ellas, un lugar de demandas y luchas, un lugar de resistencia personal y colectiva. Tal vez el logro más grande de “Negra Soy” sea evocar en quienes lo vemos, que ese relato puede ser el nuestro, el de cualquier pueblo de Honduras, el de cualquier mujer del mundo. Y ahí es donde entra la magia del cine: romper las barreras de lo conocido, para volverse universal.
Fuente: La Tribuna
