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Tegucigalpa, Honduras 04 febrero 2019
*** Instó a que cada año la celebración a la patrona de Honduras debe ser para aprender más de la virgen María para llevarlo a la práctica, y porque ella quiere traer a todos el gran regalo: Jesús, y con Él su amor, paz y alegría.
El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez, en la Eucarística de la celebración del 272 aniversario del hallazgo de la Virgen de Suyapa manifestó que ella, es un ejemplo viviente de amor, demostrado en la visita a su prima Isabel donde no solo le llevó ayuda material y física, sino a Jesús que ya vivía en su vientre.
Instó a que cada año, la celebración a la patrona de Honduras debe ser para aprender más de la virgen María para llevarlo a la práctica, y porque ella quiere traer a todos el gran regalo: Jesús, y con Él su amor, paz y alegría.
Rodríguez, en el transcurso de la homilía rezó por los migrantes y además abogó por el respeto de los hondureños, sobre todo a las mujeres que están siendo víctimas de los feminicidios.
Sobre el tema, expreso que, “como necesitamos en nuestra Honduras vencer la tristeza, la frustración, la amargura y peor todavía, vencer el odio, porque no es ese el mensaje de Santa María de Suyapa para todos es un mensaje de amor, si somos fieles devotos de María debemos llevar el respeto a todos, especialmente para la mujer”.
Asimismo, lamentó que en Honduras se vivan tantos feminicidios.
“Debemos luchar que el amor de María llegue al amor y respeto de toda mujer, de las niñas, jóvenes, esposas, viudas, abuelitas. ¡Cómo nos insiste el Papa Francisco que debemos respetar especialmente a los abuelitos y abuelitas!, la Virgen nos enseña eso, y posiblemente llevarles siempre alegría”, agregó el Cardenal.
Además, señaló que la iglesia no es un negocio, tampoco un organismo humanitario o una ONG, sino que lleva a todos a Cristo y al Evangelio, la iglesia no se ofrende asimisma, sino que lleva a Jesús, y su amor y caridad a todo el pueblo hondureño.
Continuó que, “el amor y la comprensión debe reinar en Honduras, aquel que se sienta amargado y triste que venga a los pies de María de Suyapa para que sane su corazón, y aquel que se sienta lleno de odio que purifique su alma en una buena confesión, para que empiece una vida nueva, (porque) el odio paraliza, el amor llena de dinamismo y energía”.
Además, abogó para que este año Honduras camine por los senderos de la paz, del respeto mutuo, de la colaboración, comprensión. “Una Honduras nueva solo se va a construir en el amor y con la colaboración de todos”, finalizó en su homilía.
Fuente:Hondudiario
