San Pedro Sula,Honduras. 05.09.2018
Antes de que China le cerrara las puertas a la basura de plástico de todo el mundo (1 de enero de 2018), la empresa Invema dio un salto importante al instalar la primera planta de reciclaje en Centroamérica.
Durante más de dos décadas, Invema, con sede en San Pedro Sula, compró todos los desechos de plástico del país, los limpió, compactó y armó fardos que luego exportó a otros países, como China.
Invema recibe todos los días vehículos cargados de recipientes de plástico de diferentes partes de Honduras,Pero en 2016, previendo el shock de la nueva política asiática, decidió invertir varios cientos de millones de lempiras en tecnología para transformar (a partir de 2017) los plásticos desechados, como el tereftalato de polietileno (PET), en nuevos productos.
“Estamos evitando que el plástico siga en las calles, Estamos evitando la contaminación e impulsando el desarrollo económico. Nosotros compramos las botellas, las molemos, lavamos y hacemos láminas”, dice Ángela Fajardo, gerente de compras de materiales.
Invema, en una planta sofisticada que opera bajo estrictos controles de seguridad y constituida por cuatro laboratorios, convierte las botellas de plástico (encontradas en las calles) en empaques de alimentos (para comida, frutas, pasteles y otros) aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.
Fuente:wwwlaprensa.hn