Abre las puertas a jóvenes que viven en zonas de riesgo

06.04.2018

Con este trabajo los muchachos, que oscilan entre los 18 y 23 años, tienen nuevas metas como continuar con sus estudios.

A muchos jóvenes que viven en zonas de riesgo y que se han refugiado en algún momento de su vida en las drogas o el alcohol se les cierran las puertas cuando buscan empleo, sin embargo don Edwin Noel Medina Cardona se ha interesado en sacarlos de las adicciones a través de un trabajo digno.

Lleva tres años dándoles esa gran oportunidad para que puedan mejorar su entorno a través de la venta de jugo de naranja.

“Trabajo con jóvenes que viven en zonas de riesgo, por ejemplo en la zona donde resido, que es en Brisas de la Montaña, en Villanueva hasta me han felicitado porque algunos muchachos me dicen que si no estuvieran aquí hasta fueran marihuaneros”.

Medina Cardona expresó que son 12 muchachos los que le manejan su negocio porque asegura que son jóvenes muy capaces para convertirse en emprendedores. “Ellos están haciendo la lucha para dejar muchos vicios, algunos ya los han dejado y otros siguen.

Trato de darles toda la confianza y los cipotes son los que manejan el negocio. Se encargan de preparar los jugos y de cobrar. Son personas muy capaces que solo necesitan que se les abran las puertas para salir adelante”. El comerciante refirió que también les tiende la mano con sus estudios para que se preparen académicamente.

Les doy lo que necesitan, como zapatos, uniformes y les doy un horario especial de trabajo los sábados para que puedan ir a estudiar”. Detalló que venden jugo de naranja y si el cliente lo quiere mezclado con zanahoria “también lo complacemos”.

Los sampedranos llegan desde las 5 de la mañana a Punto Saludable ubicado en la 13 calle, 11 avenida del barrio Paz Barahona porque aseguran que venden los mejores jugos. “Siempre que paso por este barrio me doy una vuelta por este negocio porque mantienen la calidad en el producto.

Es muy bueno que el dueño emplee a muchachos que han caído o pueden caer en los vicios”, indicó Manuel Antonio Perdomo. Jonathan Romero, es uno de los jóvenes que se ha retirado de las “cosas negativas” y desde hace cinco años trabaja con don Edwin en la venta de jugos.

“Estoy muy agradecido con él porque antes andaba en la calle sin rumbo y ahora tengo un trabajo para ayudar a mi familia. Don Edwin ha sido como nuestro padre”.

Fuente: elpais.hn