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Tegucigalpa. 28.02.2018
Después de ocho meses de largos e intensos trabajos, está por concluir la restauración de las esculturas y detalles arquitectónicos del parque La Concordia, ubicado en el barrio del mismo nombre, y que por mucho tiempo estuvo descuidado.
Este espacio de recreación forma parte del Patrimonio Nacional y es un atractivo para muchos turistas extranjeros. Varias generaciones de capitalinos disfrutaron en el ayer de la frescura que ofrece el lugar, por la diversidad de árboles que se encuentran en el interior del mismo.
También es el hábitat de algunas especies que permanecen en los árboles de bambú, palos de hule, palmeras, mangos, entre otros.
En el centro del parque hay una réplica de la “Estela C” de las Ruinas de Copán, también la escalinata y otras piezas representativas de la cultura Maya.
Para protegerlas de la lluvia, plagas y manchas, se les está aplicando un sellador a todas las piezas.
A pesar que por mucho tiempo estas estelas estuvieron dañadas y no se les hizo ninguna reparación, hoy lucen como el primer día que fueron talladas para exhibirlas en este lugar.
UN TRABAJO CONTINUO
El escultor encargado de la restauración del parque, Timoteo Betancourt, explicó que “la parte artística ya la estamos terminando, ya está terminada toda la restauración, ahora estamos poniendo un sellador”.
También se instalan focos y faroles para que los capitalinos puedan visitar el parque en horas de la noche.
La pintura y detalles de restauración están totalmente terminados, ya que en ningún momento se han detenido estos trabajos, para que a más tardar en dos meses se pueda reabrir el parque para que los capitalinos lo puedan visitar.
Toda la parte artística del parque está terminada y con este sellador se van a proteger las esculturas de los hongos y las plagas para la buena preservación de los atributos mayas.
Por ahora se labora en la parte eléctrica y colocación de grandes lámparas, y faltan algunos detalles mínimos en el muro perimetral, así como en la limpieza del lugar, como remover maleza y algunos desperdicios de las reparaciones.
Timoteo Betancourt confirmó a LA TRIBUNA que en ningún momento se han abandonado los trabajos en el parque.
Se instalarán faroles y focos para que el parque, que mide 768 por 75 metros cuadrados, esté totalmente iluminado por las noches y que pueda ser visitado sin temores.
Betancourt añadió que “ahorita ya solo estamos trabajando cuatro personas en la colocación del sello y las piezas se cubren por el agua o el sucio. Todas las piezas de aquí son antiguas y han sido restauradas y hemos estado trabajando”. (DS)
Aún faltan algunos detalles, como limpieza, reparaciones y pintura en el muro perimetral.
Fuente: latribuna.hn
