27.11.2017
Desde que inició el proceso de reforma policial, en el marco de una desafiadora programación, Honduras integra a las filas de la institucionalidad pública estatal a 7,288 nuevos oficiales y agentes, formados de acuerdo a los más altos estándares de calidad internacional.
Estos nuevos uniformados permitirán llegar al objetivo de 26,000 efectivos para el año 2022, tal cual se ha establecido en el Plan Estratégico de la Secretaría de Seguridad, ya que se busca alcanzar la meta de llegar a 300 policías por cada 100,000 habitantes, parámetro establecido por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
El miembro de la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional, Omar Rivera, dijo que “a pesar que en los últimos 19 meses han sido depurados 4,445 miembros de la carrera policial, los mismos han sido suplidos por 7,288 oficiales y agentes de escala básica egresados del Instituto Tecnológico Policial (ITP) de La Paz y la Academia Nacional de Policía (ANAPO) de Amarateca”.
Rivera agregó que “dentro de cinco años, los hondureños contaremos con una fuerza policial conformada por más de 26,000 hombres y mujeres capacitados para prevenir la violencia, investigar el delito, combatir el crimen y articular una acción efectiva con otros entes operadores de justicia, para revertir la generalizada impunidad que impera en el país”.
GRADUACIONES
Rivera reveló que “de aquí hasta el año 2022, se graduarán anualmente en el nuevo ITP, un promedio de 2,500 nuevos agentes de escala básica, para hacer un total de 10,000 en la próxima media década, quienes obtendrán el título de Técnico Superior No Universitario en Ciencias Policiales, con orientación en Seguridad Comunitaria”.
Explicó que en el marco de una renovada currícula, los nuevos policías serán formados durante un año, en prevención de la violencia y resolución de conflictos, investigación criminal e inteligencia policial, con énfasis en criminología y criminalística.
También aprenderán otras áreas como “derechos humanos y gestión de la seguridad comunitaria, defensa personal y uso progresivo de la fuerza, uso de armas y práctica de tiro, patrullaje policial y seguridad vial, atención a la víctima, primeros auxilios y equidad de género”.
“Se hace un esfuerzo importante para que los alumnos del ITP, es decir, los potenciales nuevos agentes, sean jóvenes idóneos para formar parte de la Policía Nacional…”.
“…se le aplican las pruebas de confianza a la totalidad de los aspirantes a ingresar al ITP, y esto permite que se pueda cuantificar la confiabilidad del posible servidor público en el cargo al que opta”, expresó el también coordinador de advocacy e incidencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
fuente.latribuna.hn