san pedro sula 09.13.2017
Por cinco años anduvo, bajo el sol y la lluvia, vendiendo donas a bordo de una bicicleta, pero gracias a su espíritu de perseverancia, ahora es propietaria de una panadería y repostería.
Se trata de doña Pasita de los Ángeles Ábrego, quien contó a Diario EL PAÍS que “me esmeré por tener mi propio negocio. Primero ofrecía donas a mis clientes en varios lugares y manejaba una bicicleta, ahora ellos vienen a mi negocio”.
Los vecinos no desaprovechan la oportunidad de visitarla en su panadería, ubicada en la colonia Guillén, cuando por toda la cuadra se desprende el delicioso olor a pan recién horneado, el que permanece por varias horas.
“Hace 18 años tengo la panadería y repostería, no fue fácil, pero logré la meta con ayuda de mi esposo, Wilfredo García, quien también le entiende al trámite de hacer todo tipo de pan”, manifestó muy alegre doña Pasita.
Mientras vendía unas semitas a uno de sus clientes, la señora expresó que elaboran semitas largas y redondas, ya sea de arroz o de yema. Además, hacen donas, pasteles de leche, tortas de piña, tortas de vainillas y quesadillas.
“Se vende de todo. Me levanto a las 6:00 de la mañana para comenzar a hornear el pan. Mis vecinos dicen que soy famosa por lo que hago”, declaró entre risas.
VENTAS AL POR MAYOR
Lo que doña Pasita hace lo vende a personas que lo distribuyen, además de San Pedro Sula, en La Lima, Choloma, Puerto Cortés y Pimienta.
Ellos compran por cantidad y luego se van a distribuirlo en pulperías, cafeterías u otros negocios.
“El secreto para que quede bueno lo que preparamos es trabajar con amor y hacer la inversión con fe. Gracias a Dios he tenido el apoyo de todos mis clientes y mi familia”.
Ella es oriunda de Santa Cruz de Yojoa y labora, junto a cuatro panaderos, más de doce horas cuando tienen muchos pedidos.
El precio del producto es de seis lempiras si la gente lo compra al por mayor y si lo adquiere por unidad lo ofrecen a los clientes a diez lempiras.
El vendedor Eddy Bautista llega a comprar semitas para revenderlas en su colonia y dijo que también “se lo llevo a mi esposa para que pueda venderlo con los vecinos y tengamos otra entrada económica”.
EL MÁS FAMOSO
Su esposo, Wilfredo, aseguró que él es uno de los panaderos más famosos de San Pedro Sula porque tiene más de 20 años de experiencia y trabajó en varias panaderías.
“El negocio es pesado, pero gracias a Dios vamos adelante. Mi esposa hacía gran sacrificio porque inició vendiendo donas en bicicleta. En un tiempo me levantaba a las dos de la mañana para hacer pan. Ahora Dios nos ha dado este local y pasamos más tranquilos”.
Esta pareja lleva 28 años de matrimonio y juntos han sabido administrar la panadería y repostería Sayda.
Fuente: elpais.hn