26.09.2025
San Lorenzo, la ciudad más activa del departamento de Valle, recibe su nombre en honor al mártir cristiano que inspira su identidad. Fundada por los españoles en 1522 y declarada municipio en 1912, su verdadero despegue comenzó en 1978 con la construcción del Puerto de San Lorenzo, ubicado en Boca del Henecán. Este puerto se ha convertido en la principal puerta de entrada y salida de productos del Pacífico hondureño, generando la mayor fuente de ingresos económicos para la ciudad.

Industria y arte: una ciudad en movimiento
Junto al puerto, las industrias camaroneras y salineras han transformado a San Lorenzo en una ciudad emprendedora, pujante y artística. Sus plazas reflejan esta identidad con esculturas de temática marina, como El Tiburón, El Camarón, El Pelícano y la Plaza de Puerto Viejo, mientras que el parque central ha sido totalmente remodelado, convirtiéndose en un punto de encuentro para locales y visitantes.
Gastronomía del Golfo de Fonseca
La riqueza del Golfo de Fonseca se refleja en la gastronomía local. Curiles, langostas, camarones, cangrejos y peces forman la base de sus platos más representativos. Entre los imperdibles destacan el coctel de curiles y la sopa de mariscos con coco, que atraen a turistas nacionales cada fin de semana, consolidando a San Lorenzo como un destino culinario de referencia en el sur del país.
Naturaleza y ecoturismo: manglares y aves
Las aguas del Pacífico nutren los bosques de mangles que rodean la ciudad. Estos ecosistemas, adaptados para crecer en tierras bajas cercanas al mar, son refugio de numerosas aves. La Isla de los Pájaros se ha convertido en un atractivo icónico, hogar de miles de plumíferos, y los manglares del sur representan uno de los mejores sitios para la observación de aves en Honduras.
San Lorenzo no solo destaca por su economía y gastronomía, sino también por su riqueza natural y oportunidades de ecoturismo, ofreciendo a visitantes y locales un recorrido completo entre cultura, mar y naturaleza.
