La Policía Nacional de Honduras elevó este miércoles a 30 millones de lempiras (alrededor de 1,1 millones de dólares) la recompensa ofrecida por información que conduzca a la captura del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, acusado del asesinato de un joven en 2009.
El monto fue incrementado en cinco millones de lempiras (aproximadamente 191.260 dólares), al pasar de 25 millones (956.304 dólares), anunciados a inicios de septiembre, a la cifra actual.
Vásquez integra la lista de los diez hondureños más buscados, en la que también aparece Yulan Adonay Archaga, alias ‘el Porky’, cabecilla de la Mara Salvatrucha (MS-13), quien en 2020 se fugó de un juzgado en la ciudad de El Progreso, al norte del país, y enfrenta cargos por cinco asesinatos.
Por Archaga, Estados Unidos ofreció el 21 de abril una recompensa de cinco millones de dólares.
Según el Departamento de Estado, Archaga «es responsable de dirigir las actividades delictivas de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), entre ellas narcotráfico, lavado de dinero, asesinatos, secuestros y otros crímenes violentos con armas automáticas». Además, figura en la lista de los fugitivos más buscados por la DEA y por el Departamento de Seguridad Nacional.
En el caso de Vásquez, la primera recompensa anunciada por la Policía Nacional fue de un millón de lempiras (unos 38.252 dólares).
El militar se desempeñaba como jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas cuando, el 28 de junio de 2009, fue derrocado el entonces presidente de Honduras, Manuel Zelaya.
El Ministerio Público (Fiscalía) acusa a Vásquez, al exsubjefe de las Fuerzas Armadas Venancio Cervantes y al excomandante del Comando de Operaciones Especiales Carlos Roberto Puerto, ambos también generales, por el asesinato del joven Isis Obed Murillo y por tentativa de asesinato contra Alex Roberto Zavala, simpatizantes de Zelaya.
Isis Obed murió el 5 de julio de 2009, tras recibir un disparo en la cabeza, aparentemente de fusil, durante una manifestación en Tegucigalpa, en medio del fallido intento de Zelaya de ingresar al país por vía aérea.
Los tres generales fueron capturados el cinco de enero y enviados a la Penitenciaría Nacional, en las afueras de Tegucigalpa. Sin embargo, una semana después la medida fue sustituida por arresto domiciliario.
Posteriormente, el 3 de marzo, la Corte de Apelaciones de lo Penal revocó esa decisión y ordenó su retorno a prisión. Cervantes y Puerto se presentaron voluntariamente el 18 de marzo, mientras que el paradero de Vásquez continúa siendo desconocido. La Fiscalía ha incautado varios de sus bienes.
Desde entonces, Vásquez ha difundido videos en los que arremete contra el sistema judicial y contra Zelaya, actual coordinador general del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre), además de esposo y principal asesor de la presidenta hondureña, Xiomara Castro.
En sus mensajes, el exjefe castrense acusa a Zelaya de planear un fraude electoral para perpetuar a Libre en el poder, de tener vínculos con el narcotráfico y de intentar asesinarlo. EFE