10.07.2025
En su adolescencia, Eid Mertah pasaba leyendo libros sobre el faraón egipcio Tutankamón, trazando jeroglíficos y soñando con tener en sus manos la máscara dorada del monarca. “Estudié arqueología por Tut”, cuenta Mertah, de 36 años. “Mi sueño era trabajar con sus tesoros, y ese sueño se hizo realidad”.
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Mertah es uno de los más de 150 curadores y 100 arqueólogos que han trabajado en silencio por más de una década para restaurar miles de artefactos del Gran Museo Egipcio (GME), un proyecto de 1.000 millones de dólares a orillas de la meseta de Guiza. Su lanzamiento estaba programado originalmente para el 3 de julio pero fue reprogramado para los últimos meses del año por motivos de seguridad.
El museo exhibirá por primera vez más de 5.000 objetos de Tutankamón, incluidos amuletos, carros y momias
Cuando finalmente abra, el GME será el mayor museo arqueológico del mundo consagrado a una sola civilización. Albergará más de 100 mil artefactos, la mitad de ellos en exhibición, e incluirá un laboratorio vivo de conservación.
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Desde atrás de las paredes de vidrio, los visitantes podrán ver a los expertos trabajando para restaurar un bote de 4.500 años que fue enterrado cerca de la tumba del faraón Jufu para trasladar su alma hasta Ra, el dios del sol. Pero la estrella del museo será la colección de Tutankamón, con más de 5.000 objetos, muchos de los cuales serán exhibidos juntos por primera vez.