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13.11.24
La visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a Honduras, del 30 de octubre al 1 de noviembre de 2024, se centró en dos objetivos.
Primero, avanzar en el Plan de Trabajo para la creación de un Mecanismo de Seguimiento a sus recomendaciones y dialogar con actores clave sobre la implementación de medidas cautelares.
Liderada por la comisionada Andrea Pochak, la delegación sostuvo encuentros con autoridades, representantes de organizaciones civiles y defensores de derechos humanos.
En Tegucigalpa, el equipo de la CIDH se reunió con el canciller Enrique Reina y la Ministra de Derechos Humanos, Angélica Álvarez.
En esta jornada se discutieron los avances y desafíos para implementar un mecanismo que asegure el cumplimiento de las recomendaciones del reciente «Informe sobre la Situación de Derechos Humanos en Honduras».
Bajo Aguán
El Bajo Aguán, conocido por sus conflictos agrarios y la resistencia de movimientos campesinos, recibió la visita de la CIDH los días 31 de octubre y 1 de noviembre.
Allí, la Comisión se encontró con líderes beneficiarios de medidas cautelares, quienes relataron las dificultades y peligros a los que se enfrentan diariamente.
“Nos amenazan, nos vigilan, y nos atacan con total impunidad,” declaró un líder local, describiendo un ambiente donde grupos criminales y campañas de desprestigio ponen en riesgo la vida de los defensores.
Los testimonios de los beneficiarios fueron contundentes: las amenazas y los hostigamientos no cesan, mientras la protección del Estado se percibe insuficiente.
La CIDH subrayó el reciente asesinato de Juan López, un beneficiario de medidas cautelares, como un ejemplo trágico de las consecuencias de esta desprotección.
La falta de justicia
La CIDH señaló la escasa efectividad de las autoridades hondureñas para investigar y sancionar los ataques contra defensores.
Según la Comisión, la descentralización de investigaciones y la falta de esfuerzos para identificar a los autores intelectuales perpetúan la impunidad.
Casos como el asesinato de Juan López continúan sin respuestas satisfactorias, lo que desanima a los defensores y deja a las comunidades en un constante estado de temor.
Apuesta por el diálogo
En un esfuerzo por mitigar los conflictos, líderes campesinos pidieron la activación de una Comisión Tripartita, comprometida en un convenio de 2022 entre el Gobierno de Honduras y organizaciones campesinas del Bajo Aguán.
Dicha comisión pretende investigar violaciones de derechos humanos y promover una solución al conflicto agrario en la región.
La CIDH valoró la intención del Gobierno de implementar estos acuerdos y fortalecer las instituciones en el Bajo Aguán.
Aunque remarcó que es urgente la aplicación de políticas de desarme y protección ambiental, en especial para el Parque Nacional Montaña de Botaderos.
Hacia un compromiso de largo plazo
Al cierre de la visita, la Comisión reafirmó su compromiso para seguir de cerca el cumplimiento de sus recomendaciones y la implementación de medidas que protejan a los defensores.
«Honduras necesita un sistema de protección efectivo, con recursos suficientes y voluntad política para detener la violencia contra quienes defienden los derechos humanos», declaró la Comisionada Andrea Pochak.
La CIDH concluye su visita con un llamado enfático al Estado hondureño: fortalecer la protección de los defensores es una deuda urgente y una condición indispensable para una paz duradera en el Bajo Aguán.
Mientras las promesas de seguridad y justicia permanezcan sin cumplirse, el riesgo continuará acechando a quienes arriesgan sus vidas por la tierra y el medio ambiente.
La CIDH, junto con la comunidad internacional, vigila y espera que estas demandas no queden solo en palabras, sino que se traduzcan en acciones concretas y sostenibles.
Fuente: tunota.
