La presentación de ChatGPT Search estaba cantada casi desde que ChatGPT apareció en escena hace casi dos años. El chatbot de OpenAI, como sus rivales, se utilizan cada vez más como alternativa al buscador de Google. Que ahora OpenAI lance una alternativa específica es una verdadera declaración de intenciones. Una con muchas luces y pocas (pero relevantes) sombras.
Perplexity nos enseñó el futuro. Esta compañía fue la primera en ofrecer un buscador con IA. Fundada en agosto de 2022, antes incluso del lanzamiento de ChatGPT, comenzó a darse a conocer a principios de 2023. Su motor de búsqueda conversacional demostraba que era posible plantear una alternativa válida a buscadores tradicionales como el de Google o el de Microsoft. Daba una respuesta clara y contundente, y además incluía citas y enlaces a las fuentes utilizadas para dar dicha respuesta. Podía equivocarse, claro —los LLM en los que se basa son imperfectos—, pero planteaba una amenaza clara para esos buscadores.
La gran desventaja de ChatGPT Search. Como apuntan en TechCrunch, donde han podido probar esas nuevas funciones, ChatGPT Search tiene una gran desventaja: no es bueno dando respuestas a preguntas cortas, que son las más populares. Con chatbots como ChatGPT es importante explicar bien qué buscamos, porque de lo contrario podemos acabar contribuyendo a que la respuesta sea imprecisa o equivocada.
Es lo que le ocurrió al editor de ese artículo, que al buscar «Nuggets score» («marcador de los Nuggets», en referencia a un partido de la NBA) obtuvo una respuesta incorrecta: le dijo que estaban ganando aunque en ese momento perdían contra los Timberwolves de Minnesota. Google, mientras tanto, mostró siempre el marcador correcto en tiempo real.
Críticas. Quienes critican el futuro del chatbot como buscador dejan claro que no tienen futuro en este ámbito. Emily Bender, de la Universidad de Washington, explicaba que «los LLM no son más que modelos estadísticos de la distribución de palabras en un texto» y añadía que «si alguien usa un LLM como sustituto de un buscador y la salida que obtienen es correcta, eso simplemente ha sido una casualidad». En esencia tiene razón, pero lo cierto es que los LLM no paran de mejorar y su precisión es cada vez mayor. Cada vez cometen menos errores al darnos sus respuestas, así que estas cada vez parecen menos «una casualidad».
Probando, probando. De hecho, esa gran desventaja de ChatGPT con búsquedas en tiempo real se desvanece para otros muchos tipos de búsqueda en las que ese factor no importa tanto. Una búsqueda «Nuggets vs Timberwolves» en Perplexity y Google mostraba un poco cómo están pensados ambas alternativas. Perplexity mostraba el marcador correcto y añadía datos interesantes del partido, mientras que Google se centraba en elmarcador y la puntuación por cada cuarto. Si lo que querías era simplemente ver la puntuación, Google la mostraba de forma clara y precisa. Si querías ir más allá, Perplexity extraía datos de varias fuentes (todas ellas citadas) para luego plasmarlos en una respuesta con mucho más contexto sobre el partido.
Es difícil que la búsqueda con IA invente cosas. Y lo es por una sencilla razón: los actuales sistemas de IA generativa son especialmente buenos resumiendo textos, y eso es precisamente lo que hace Perplexity —y, supuestamente, ChatGPT Search—: cogen algunas fuentes, analizan el contenido y lo resumen para dar sus respuestas. No inventan o no tienen tantas opciones de hacerlo, y aquí el verdadero reto para los buscadores de IA es fiarse de las fuentes correctas para extraer ese contenido de ellas.
Te libra (por ahora) de publicidad y SEO. Buscadores con IA como los de Perplexity o ChatGPT Search también nos libran (de momento) de las grandes condenas del buscador de Google: la publicidad y resultados contaminados con posicionamiento SEO. La crítica mayoritaria respecto al buscador de Google es que sus resultados van a peor. Que no es lo que era. Con las citadas alternativas las respuestas son directas e incluyen las fuentes para comprobar que efectivamente nos podemos fiar de lo que el chatbot nos dice.
Lenguaje natural. Las respuestas de motores de búsqueda con IA son mejorables, desde luego. Hubiera agradecido tener enlaces a videoresúmenes del partido de nuestra búsqueda, por ejemplo. Sin embargo, hacen que la respuesta esté ahí directamente —que es lo mismo que Google intenta desde hace años—: no tenemos que recorrer la página de resultados para hacer clic en uno y comprobar que efectivamente en ese enlace estaba lo que buscábamos. Ofrecer esa respuesta con un lenguaje claro y sencillo es otra de las ventajas de estos chatbots, que ya generan texto con una calidad notable y que ya están comenzando a ofrecer respuestas con voces tan humanas que dan miedo.
La magia de las búsquedas conversacionales. No parece no obstante que Perplexity o ChatGPT Search vayan a sustituir a Google a corto plazo, pero poco a poco se irán convirtiendo en una alternativa más y más atractiva para muchos escenarios. Lo estamos viendo por ejemplo en el caso de la programación: si intentas pedirle a Google que te escriba código para resolver una función, te podrá dar enlaces a páginas con ese código, pero ChatGPT te lo escribe, y si no funciona siempre puedes «conversar» con él indicándole cuál ha sido el mensaje de error para que vaya puliendo ese código. La potencia de esas conversaciones, de discutir sobre los resultados para mejorarlos y extenderlos, es una de las grandes ventajas de estos motores de búsqueda conversacionales. El buscador tradicional de Google no está pensado para ese fin.
Rivales que convivirán. La frenética y prometedora evolución de estos motores de búsqueda conversacional plantea una verdadera amenaza para Google, pero la empresa está trabajando en adaptarse a los nuevos tiempos. Sus resúmenes de IA y proyectos como Astra muestran que la empresa no va a ponérselo fácil a sus competidores, aunque por ahora sus propuestas sean algo desastrosas. Lo que es más probable es que durante bastante tiempo los buscadores tradicionales como el de Google convivan con buscadores con IA para que los usuarios puedan aprovechar las ventajas de unos y otros cuando lo necesiten. Que finalmente los buscadores con IA puedan sustituir a los buscadores tradicionales es otra cuestión: ahí necesitaremos fiarnos totalmente de ellos, y eso parece difícil a priori.