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Que en la Luna hay agua ya no es un misterio, pero aún quedan muchas incógnitas sobre este líquido en nuestro satélite. Su origen es una de ellas. Ahora un equipo estadounidense de astrónomos tiene una teoría sobre cómo esta molécula sigue formándose incluso en su cara oculta.
Electrones de alta energía. Según el último trabajo sobre los orígenes del agua en la Luna, serían los electrones de alta energía los responsables de la formación de esta molécula en la superficie del satélite. Estos electrones habrían alcanzado la Luna gracias a la interacción de los vientos solares y la magnetosfera de nuestro propio planeta
Magnetocola. La interacción entre el campo magnético terrestre y los vientos solares cargados de partículas energéticas genera una suerte de “cola” compuesta de electrones e iones cargados procedentes de la atmósfera terrestre y radiación solar. Esta cola se extiende como si fuera la estela dejada por un barco detrás de nuestro planeta.
Esta magnetocola es un “laboratorio natural para estudiar los procesos de formación del agua de la superficie lunar” explicaba en una nota de prensa Shuai Li que encabeza el equipo de investigadores encargados del reciente trabajo.
Un resultado contraintuitivo. Hasta ahora la intuición señalaba que durante sus pasos por la magnetocola, la Luna quedaría al resguardo de los protones cargados arrastrados por los vientos solares, los sospechosos hasta ahora de la formación de agua. Según esta intuición, la formación de agua debería detenerse durante estos pasos. Este no era el caso.
Lo que sí pueden encontrarse en esta región del espacio son electrones de alta energía. Estos podrían interactuar con la superficie de la Luna liberando átomos de hidrógeno que podrían después unirse entre ellos y a átomos de oxígeno para formar moléculas de agua.
La combinación de los efectos de protones y electrones es la que permite que ambas caras de la Luna cuenten con reservas de agua.
Moon Mineralogy Mapper. La misión india Chandrayaan-3 ha sido una de las protagonistas de la actualidad espacial de las últimas semanas, pero este análisis de la procedencia del agua lunar se lo debemos a su predecesora, la Chandrayaan-1. Concretamente a uno de los instrumentos a bordo de la sonda orbital, el Moon Mineralogy Mapper.
M3 es un instrumento desarrollado por el Jet Propulsion Lab de la NASA que viajó a bordo de la sonda india. Su función era la de crear el primer mapa menerológico de la superficie lunar. Los datos recabados por este instrumento fueron claves para el desarrollo del reciente estudio.
Los detalles trabajo fueron publicados la semana pasada en un artículo en la revista Nature Astronomy.
Agua en la Luna. El agua de nuestro satélite es uno de los objetos de atención de numerosos científicos en todo el mundo. No solo porque su presencia en el satélite nos da pistas sobre el origen del agua terrestre y sobre los procesos de formación de nuestro planeta y satélite, sino también por motivos prácticos.
En los últimos años la humanidad se ha propuesto regresar al satélite (más de 50 años después de la última misión tripulada, Apollo 17), pero esta vez pocos están dispuestos a dilapidar vastas cantidades de dinero como sucedió en la década de 1960. Ahorrar costes pasa por el aprovechamiento de recursos in situ, incluida el agua de nuestro satélite.
Es por eso que conocer la ubicación de este recurso y otros muchos esté entre las prioridades de las agencias espaciales que ya planean sus misiones lunares.
