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La Asamblea General de las Naciones Unidas designó en su resolución A/RES/67/105 el 5 de septiembre como el Día Internacional de la Beneficencia, para conmemorar el aniversario del fallecimiento de la Madre Teresa de Calcuta. Asimismo, decidió evocar esta fecha en reconocimiento del papel de las organizaciones de beneficencia y de los particulares en su labor de caridad y de mitigación del sufrimiento humano
En su labor ella llevó ayuda y sosiego a los más necesitados del planeta, creando el cuerpo de monjas conocidas como Misioneras de la Caridad, que no solo se centraron en realizar obras benéficas por pobres, niños y enfermos, también lograron recolectar fondos suficientes para la construcción de hospicios y residencias para los más desamparados.
La Madre Teresa murió el 5 de septiembre de 1997, fecha que tomó la ONU para la conmemoración del Día Internacional de la Beneficencia.
Cabe destacar que, la Madre Teresa fue una misionera que promovió la beneficencia en la India al trabajar con indigentes. Fundó la orden de las Misioneras de la Caridad en Calcuta y se hizo merecedora al Premio Nobel de la Paz en 1979 . En este sentido, la celebración de referencia tiene por objetivo sensibilizar y movilizar a las personas, a las organizaciones no gubernamentales y a los grupos interesados de todo el mundo a ayudar a los demás a través de actividades voluntarias y filantrópicas
De igual forma para poder contribuir al mejoramiento de nuestro mundo, los 193 países que componen las Naciones Unidas fueron capaces de ponerse de acuerdo hace dos años y adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que reconocen la importancia del compromiso cívico
La beneficencia, constituye una verdadera vinculación social y contribuye a la creación de sociedades inclusivas y más resistentes. Aunado a lo anterior, puede aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, al complementar los servicios públicos de atención a la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia. Al mismo tiempo, ésta promueve la cultura, la ciencia, el deporte y la protección al patrimonio cultural y natural. También funge como apoyo al diálogo entre personas de diferentes civilizaciones, culturas y religiones, así como de la solidaridad y la comprensión mutua.
Por otro lado, la beneficencia y la participación cívica pueden contribuir al desarrollo sostenible alrededor del hemisferio al: i) aumentar la conciencia sobre la dificultad de los desafíos, e impulsar una acción colectiva en temas mundiales; ii) incrementar la confianza entre los diversos grupos y construir el llamado capital social; iii) eliminar las barreras sociales y culturales, así como crear la cohesión entre los distintos miembros y grupos de la sociedad y; iv) desarrollar la resiliencia a través de la acción comunitaria, al mejorar el sentido de responsabilidad de la comunidad.
En este sentido, es de suma importancia aumentar la promoción de los derechos de los marginados y de los desfavorecidos, con el fin de difundir el mensaje de la humanidad en situaciones de conflicto. Atravesamos una época en que la necesidad de asistencia humanitaria es mayor, en vista de que hay más refugiados y desplazados que nunca, por lo que las organizaciones de beneficencia desempeñan un papel cada vez más crucial para atender las necesidades humanas
Fuente: cndh.org.mx/
