Se trata de una enfermedad genética hereditaria de la sangre, que junto con la Talasemia, forma parte de las hemoglobinopatías, un grupo de enfermedades que afectan a la hemoglobina y, entre otras cosas, dificulta que el oxígeno llegue de forma adecuada al organismo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), indica que un modo de prevenir la aparición de la enfermedad es detectarla precozmente en personas que se encuentren en riesgo de transmitirla a su descendencia, lo cual se puede realizar mediante análisis genéticos previos al embarazo, como los que se realizan en Genagen a través del Servicio Integral de Análisis Genético.
Fuente: genagen.es