Exitosa exportación de calabazas surgió tras sequía y la adversidad

Olancho. 02.03.2023

El agricultor Olanchano, Santiago Mejía, es ejemplo de innovación en su natal Lepaguare, al noreste de Juticalpa, al convertir una adversidad en retos, con su cultivo de calabazas donde genera empleos y divisas con envíos semanales de hasta seis contenedores a los Estados Unidos.

El protagonista de esta historia de éxito desde niño se ha dedicado junto a su familia a la siembra de maíz, pero debido a una sequía que azotó en 2019, dispuso diversificar su milpa de granos, iniciativa que ahora le permite exportar cada semana, hasta 7,320 cajas con cucurbitáceas al mercado norteamericano.

Unas 30 hectáreas equivalente a 43 manzanas de calabazas son cultivadas bajo sistema de riego por la Empresa Inversiones de Lepaguare, con el apoyo técnico del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasa), dependencia adscrita a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).

“Producimos en cuatro líneas de producción: Zucchini verde, Yellow squash, Espagueti, y principalmente el cultivo de Calabaza butternut. Hemos aprendido a cultivar más con adaptación a nuestro suelo y clima”, expresó Mejía quien miró la oportunidad entre dificultades climatológicas.

“Por Puerto Castilla (Trujillo,Colón) enviamos las calabazas duras, y las calabazas más susceptibles las mandamos por Puerto Cortés, ya que estas son frescas” agregó el emprendedor.

Toda esta fruta llega a dos puertos en Florida, al de Miami y Tampa, de ahí sus clientes distribuyen ese alimento a diferentes mercados de los Estados Unidos. El producto es llevado durante la temporada de producción y cosecha que dura 60 días y precisamente acaba de iniciar.

De esta forma, la Empresa Inversiones de Lepaguare, contribuye de manera significativa con la seguridad alimentaria olanchana, con la generación de 35 empleos en campo, 25 en empaque, y 50 más al entrar lo fuerte de la cosecha.

Además, cuenta con una Planta Empacadora que está bajo registro y certificación de la Senasa, y cumple con todas las normas nacionales e internacionales para la exportación del producto. Como parte de su responsabilidad tiene su propia bodega para la recolección de envases vacíos de plaguicidas, que son enviados a Comayagua. “Senasa nos ha apoyado desde el primer proyecto, que nosotros armamos en el 2020, con el ingeniero Claudio Wagner identificamos los lotes, le dimos los nombres y los certificamos” agradeció.

“El jefe regional de Senasa en Olancho, Bayardo Marroquín y el viceministro de Agricultura, Roy Lazo, nos han dado acompañamiento, somos nuevos en esta actividad, no tenemos tanta experiencia pero es importante que las autoridades nos apoyan porque estamos haciendo la transición de un cultivo tradicional a un cultivo de exportación”, concluyó Santiago Mejía. (WH)