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Tegucigalpa,Honduras martes 01 noviembre 2022
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), muestra que una de cada 20 personas afectadas por la COVID-19 no se había recuperado hasta seis y 18 meses después de la infección por SARS-CoV-2.
El estudio, dirigido por la Universidad de Glasgow, en colaboración con “Public Health Scotland”, el NHS de Escocia y las universidades de Aberdeen y Edimburgo, y financiado por la Oficina de Científicos Jefe del Gobierno Escocés, es el más amplio realizado al respecto hasta el momento.
La investigación fue hecha en mayo del 2021 para comprender el impacto a largo plazo de la COVID-19, y compararlo con la salud y el bienestar de las personas que aún no se habían infectado.
Publicado en “Nature Communications”, en detalle, el estudio demostró que, en general, el 42 por ciento de las personas infectadas con COVID-19 informaron sentirse solo parcialmente recuperadas entre seis y 18 meses después de la infección.
En la encuesta del estudio no se proporcionaron detalles de la recuperación parcial de cada persona, pero podría incluir una variedad de síntomas de leves a moderados, y es posible que no resulte necesariamente en un diagnóstico prolongado de COVID-19.
LAS SECUELAS
En el plano nacional, según el internista Omar Videa, señaló que esto es lo que se ha manejado en los diferentes intervalos de las investigaciones y con la experiencia de manejo de más pacientes post COVID-19, es algo que se puede estar presentando en Honduras.
“Se pueden estar presentando algún tipo de secuelas aproximadamente en un 50 por ciento de las personas que han tenido COVID-19. Hay diferentes factores que se consideran”, detalló.
Al mismo tiempo, señaló que la característica principal del paciente post COVID-19, las personas que se contagian de Ómicron o las subvariantes de estas, son las que más sufren de secuelas.
Indicó que durante el año se ha observado que las personas sufren mayor cantidad de secuelas y las variantes actuales están más relacionadas con huellas de daños colaterales.
“Otro factor es el acortamiento del tiempo de cuarentena, al terminar esta de manera temprana no ha existido una real recuperación. Aquí destacamos secuelas como la fatiga, dificultad respiratoria, dolor en el pecho, insomnio y depresión”, señaló Videa.
DEPRESIÓN E INSOMNIO
La depresión post COVID-19 afecta a un 30 por ciento de la población adulta que se contagia, y afecta más a las mujeres y adultos mayores. Mientras la fatiga y el insomnio persisten más en personas jóvenes.
Honduras pasó de registrar 600 a 30 casos positivos de la COVID-19 diariamente, pero aún no se puede abandonar el uso de la mascarilla, manifestó el doctor en medicina general y exgerente de las brigadas médicas COVID-19, Gustavo Riedel.
El experto indicó que el uso de la mascarilla debe abandonarse de forma progresiva con un avance en la vacunación contra el virus, pero que aún no es el tiempo prudencial para hacerlo.
Aceptó que existe una baja significativa de nuevos casos de la COVID-19, ya que el país registra en promedio 30 casos a diario después de haber llegado a acumular 600 en un solo día.
De esta forma, indicó que en estos momentos un promedio de 20 personas se encuentran internas por la enfermedad en diferentes hospitales del país y no se han registrado muertes en los últimos días.
Los expertos coinciden que hace dos meses se pasó por una ola de contagios y se ha comprobado científicamente que las oleadas se han venido dando en ciclos de cuatro a seis meses, por lo que no sería prudente dejar el uso del cubre bocas. (Dilcia Sevilla)
DATOS
El médico interista, Omar Videa, advirtió que Honduras se encuentra en un silencio epidemiológico, ya que la Secretaría de Salud (Sesal), desde el 3 de octubre pasado no presenta el informe sobre la aplicación de pruebas contra la COVID-19.
“Por primera vez en la historia de la pandemia, en 133 semanas que llevamos de COVID-19, 31 meses cumplidos desde el 11 de marzo del 2020, es la primera vez que han transcurrido 13 días sin ningún informe de pruebas”, señaló.
Lamentó que el país está en el peor momento de la vigilancia epidemiológica que debería ser reforzada. Favorablemente han descendidos las cifras del virus, pero no significa que este haya terminado y “no se puede quitar la mascarilla si no se hacen prueb
Fuente:La Tribuna
