Por muy extraño que parezca, y en determinadas ocasiones, los métodos más rústicos son los que verdaderamente funcionan y puede que cambiarlo no sea la mejor opción. Y si no que se lo digan a la NASA, que actualmente se encuentran probando una nueva forma de aterrizar en Marte: estrellar las naves espaciales contra las superficies.

Al puro estilo pruebas de choques con los vehículos y sus ya tan famosos dummies, el laboratorio JPL de la NASA está probando si la forma más fácil de llegar a la superficie marciana es estrellarse mediante el diseño experimental de un módulo de aterrizaje llamado SHIELD (Simplified High Impact Energy Landing Device).

Esta red, que cubriría la nave, actuaría como la zona de deformación de un coche, al estilo parachoques, y absorbería la energía de un impacto fuerte. «De este modo, la nave dispondría de una zona de deformación que, en teoría, podría absorber la energía de un impacto fuerte en la superficie de Marte, por ejemplo», explica la NASA en un comunicado.

Un vídeo, que os dejamos justo abajo, muestra al equipo del JPL probando su concepto de escudo de aterrizaje y absorción de energía de alto impacto (SHIELD), que podría ofrecer, de cara a futuras misiones, una forma de bajo coste para llegar a Marte.

VIDEONASA PRUEBA UN DUMMIE PARA ATERRIZAR EN MARTE

¿Por qué aterrizar una nave chocándola contra el Planeta Rojo?

La NASA tiene un gran historial de envío de asombrosas naves espaciales a Marte utilizando paracaídas, airbags y mochilas propulsoras que ayudan a que el aterrizaje sea seguro. ¿Dónde reside entonces el problema? son caros y complejos. 

Un aterrizaje forzoso es, en realidad, muy barato y una forma bastante fácil de conseguir que una nave espacial tome tierra. Además, ya se ha demostrado su efectividad ya que los ingenieros de la NASA pensaron en proteger la parte más sensible (electrónica) como los de automóviles pensarían en la gente con los test de coches.

«Creemos que podríamos ir a zonas más traicioneras, donde no querríamos arriesgarnos a colocar un rover de mil millones de dólares con nuestros actuales sistemas de aterrizaje», afirma el director del proyecto SHIELD, Lou Giersch, del JPL. «Tal vez incluso podríamos aterrizar varios de ellos en diferentes lugares de difícil acceso para construir una red».

En la prueba que habéis visto, este dispositivo fue lanzado hacia el suelo de una torre de casi 27 metros de altura. Para comprobar la integridad del diseño, SHIELD aterrizó sobre una placa de acero de 5 cm para asegurarse de que el impacto fuera aún más duro que el que experimentaría en Marte.

En su interior colocaron un smartphone, que como podéis ver, no sufrió daño alguno pese a caer a una velocidad de 177 km/h. SHIELD impactó con una fuerza de alrededor de 1 millón de newtons, comparable a 112 toneladas estrellándose contra ella.

Pese a que algunas zonas quedaron defectuosas en este escudo, lo importante, en este caso ese smartphone, salió ileso . La idea es poder integrar en su interior aparatos científicos más pequeños y robustos o incluso en un futuro algún rover para dirigirlos a Marte y protegerlos, y parece que le ha salido bien la jugada.

Fuente: computerhoy.com