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¿Cuándo y cómo iniciar una dieta de eliminación?

Tegucigalpa,Honduras sábado 04 junio 2022

La dieta de eliminación se pone en marcha para detectar intolerancias de tipo alimentario. Existen una serie de pruebas en el mercado que prometen analizar la existencia de estos desórdenes, pero lo cierto es que no resultan fiables.

No cuentan con evidencias que las respalden. Por ello, en muchas ocasiones no queda más remedio que suprimir un determinado alimento de la pauta para comprobar si se experimenta mejoría.

Antes de comenzar, hay que destacar que existen intolerancias alimentarias que son transitorias. Esto quiere decir que el cuerpo pierde la capacidad de digerir o de absorber un determinado nutriente por un tiempo determinado. Puede incluso realizarse una modificación o intervención puntual para mejorar los síntomas y acelerar el proceso.

¿Cómo funciona una dieta de eliminación?

Cuando hablamos de una dieta de eliminación nos estamos refiriendo a un plan muy restrictivo que no resulta sostenible ni saludable a mediano plazo. Ha de ser llevado a la práctica durante un periodo no superior a 3 semanas.

De lo contrario, podrían experimentarse déficits nutricionales severos. Algunos de estos podrían condicionar el correcto aporte de oxígeno a través de la sangre, como es el caso de la anemia. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista The Medical Clinics of North America.

Lo primero que hay que hacer en la dieta de eliminación es evitar los grupos de alimentos que pueden ser responsables de provocar intolerancias. Entre ellos se encuentran los cítricos, los frutos secos, las legumbres, los comestibles con gluten, los lácteos, los huevos y las especias. Durante dos semanas se consolidará una pauta a partir de fruta, verduras no solanáceas, trigo y arroz.

Esta parte es la más complicada. De hecho, hablamos de un plan que conlleva un aporte proteico insuficiente, lo que puede condicionar el estado de la masa magra. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism, es necesario consumir al menos 0,8 gramos de proteína por kilo de peso corporal al día para lograr que el organismo funcione de manera correcta.

Cuando pasan dos semanas, se introducen los grupos de alimentos sospechosos uno a uno y se presta atención a la sintomatología. Pueden manifestarse alteraciones intestinales, dolores de cabeza o incluso dermatitis.


¿Es seguro hacer dieta de eliminación?

La dieta de eliminación se aplica cuando existen problemas de tipo intestinal y se desconoce el origen. Se da por sentado que la causa es un alimento, o un grupo de ellos, en el peor de los casos.

Por lo tanto, el objetivo es detectarlo para suprimirlo. Ahora bien, la aplicación de este método conlleva sus riesgos, tal y como hemos comentado. El aporte insuficiente de nutrientes provocará ineficiencias en los mecanismos fisiológicos.

Hay que tener en cuenta que muchos de los síntomas intestinales están provocados a partir de problemas en la microbiota. Por ello, puede resultar una alternativa tratar de mejorar la composición de la misma, en lugar de someterse a distintos tipos de planes de alimentación que pueden perjudicar a la salud. Un procedimiento adecuado sería la suplementación con probióticos.

Según un estudio publicado en la revista Critical Reviews in Food Science and Nutrition, estos microorganismos podrían ayudar a reducir la sintomatología de la intolerancia a la lactosa, entre otras. De hecho, muchos de los problemas digestivos e intestinales están condicionados por la disbiosis. Para ello, habría que realizar una intervención directa que permitiese recuperar el equilibrio a nivel interno.


Colon irritable e intolerancias

Antes de concluir, es importante destacar que muchos de los problemas digestivos pueden estar provocados por la génesis de patologías inflamatorias de tipo intestinal. Un ejemplo es el síndrome del colon irritable.

Puede conllevar a la aparición de intolerancias de forma posterior, pero realmente la causante sería esta enfermedad de carácter autoinmune. Por lo tanto, la solución no estaría en la restricción total de los grupos de alimentos, sino en un planteamiento que reduzca los niveles inflamatorios.

Ahora bien, todavía se desconoce mucho acerca de estos problemas de salud. Se consideran crónicos y no tienen una cura.

Solo se podrán manejar por medio de la nutrición, siendo también positiva la administración de probióticos. Incluso en algunas situaciones bastaría con limitar el aporte de fibra para experimentar mejorías.

Cuidado con la dieta de eliminación

La dieta de eliminación es muy restrictiva en nutrientes esenciales, por lo que no resulta sostenible a mediano plazo. Se trata de un planteamiento que puede ayudar a localizar una intolerancia, pero que no tiene por qué suponer tampoco la solución al problema.

Antes de iniciar un planteamiento de este tipo, conviene visitar a un especialista. Existen otras alternativas que se pueden poner en marcha para descartar patologías.

Los buenos hábitos de alimentación son capaces de corregir problemas. Es bueno asegurar la presencia de alimentos fermentados en la pauta de manera regular y asegurar un consumo de al menos 25 gramos de fibra cada día.

Fuente: La Tribuna

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