AMD ha presentado oficialmente la serie Ryzen 7000, una familia representa el futuro de la compañía en lo que a procesadores para ordenadores de escritorio se refiere. La serie 7000 reemplaza a la serie 5000 en el campo de CPUs para ordenadores de sobremesa de alto rendimiento. Y también estrena una nueva arquitectura, bautizada como Zen 4.
Estos procesadores, como la marca había desvelado en el pasado, son los primeros chips x86 basados en un proceso de fabricación de 5 nanómetros de TSMC. Una evolución notable respecto a los 7 nanómetros de la arquitectura Zen 3 que les precede.
La compañía, por el momento, no ha especificado qué procesadores compondrán la nueva serie o cuáles serán sus prestaciones concretas. Para eso, habrá que esperar a la segunda mitad del año. No obstante, sí ha dado a conocer algunos datos interesantes sobre qué traerán consigo estos nuevos chips para ordenadores de escritorio.
¿Cómo son los Ryzen 7000 de AMD?
En primer lugar, el socket cambia. La marca se deshace del conocido AM4 en favor del nuevo AM5. Por lo tanto, quienes deseen actualizar a uno de los nuevos procesadores, tendrán que adquirir inevitablemente una placa base nueva.
Los Ryzen 7000 de AMD, por otra parte, vendrán con 1 MB de caché L2 por cada núcleo, lo que supone duplicar la cantidad disponible en la arquitectura Zen 3. De la caché L3, por otra parte, no han proporcionado ningún detalle.
La empresa nortamericana, por otra parte, apunta hacia velocidades de reloj más altas, superando incluso los 5 GHz. Los detalles, nuevamente, son reducidos, aunque la marca sí mostró un Ryzen 7000 de 16 núcleos en la presentación que era capaz de superar los 5,5 GHz de velocidad de reloj.
Todos los cambios implementados en esta nueva generación se traducen en un 15% más de rendimiento en pruebas monohilo, según pruebas hechas por la marca en Cinebench R23. Asimismo, señalan que este chip es un 30% más rápido que un Intel Core i9 12900K en un renderizado multihilo en Blender.
La marca, por otra parte, también ha indicado que los chips de la serie 7000 consumirán más energía a pleno rendimiento, llegando incluso a los 170 vatios. Esto supone un aumento considerable respecto a las cifras registradas por los procesadores de la serie 5000. Simultáneamente, la marca también ha implementado ciertas tecnologías de ahorro energético desarrolladas para los ordenadores portátiles que podrían traducirse en un menor consumo cuando el ordenador esté en reposo o realizando procesos de baja exigencia.