WhatsApp se encuentran en el top uno de aplicaciones de envío de mensajes en el mundo. Un 84% de los españoles afirma comunicarse por WhatsApp varias veces al día.

Con tantos usuarios dentro de esta aplicación, no se hace extraño que se hable de más de 100.000 millones de mensajes al día. Sin embargo, aquí reside un gran problema, y es que no todos ellos se envían bajo un marco legal.

Eduard Blasi, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC, explica cuatro cosas que hacemos con las que estamos cometiendo un delito:

Enviar capturas de pantalla de otra persona sin su consentimiento

Muchos han sido los que han hecho una captura de pantalla de una conversación a una persona y luego la han compartido con otras.

Es algo bastante común y a veces lo tratamos como algo natural. Sin embargo, y si bien la normativa de protección de datos no afecta al contexto personal o doméstico, sí que se aplica cuando se difunden datos a través de internet.

Y es que en las capturas de pantalla se visualizan conversaciones que pueden identificar directa o indirectamente a una persona, lo que podría conllevar una infracción en materia de protección de datos.

Además, no todo queda aquí, ya que las personas afectadas podrían reclamar una indemnización por daños y perjuicios, por una posible lesión a su derecho al honor o a la intimidad.

Difundir imágenes, audios o vídeos de una tercera persona sin su consentimiento

Uno de los mayores males que asola a WhatsApp es la difusión de imágenes y en general contenido audiovisual de una persona sin su permiso. 

Son muy conocidos los casos de usuarios que han compartido fotografías íntimas, así como contenido privado de otras personas a través de la aplicación, algo que está penado por la Agencia Española de Protección de Datos y que se podría llegar a considerar lesión al derecho al honor, a la intimidad o delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Crear un grupo de WhatsApp profesional sin pedir autorización

La creación de grupos de WhatsApp también es un asunto peliagudo.

Y es que algo que no sabemos pero deberíamos conocer es que para añadir a una persona en un grupo de WhatsApp profesional es necesario pedir el consentimiento previo.

Crear un grupo de WhatsApp corporativo con miembros que no se conocen entre sí

Lo mismo ocurre si en este grupo de WhatsApp hay miembros que no se conocen entre sí.

La creación de grupos de WhatsApp corporativo sin que los miembros de este mismo grupo se lleguen a conocer puede desembocar en un problema de seguridad ya que hay datos de los perfiles de WhatsApp que quedan expuestos ante cientos de personas de forma potencial.

Algunos consejos que te damos para evitar caer en este tipo de problemas van desde la eliminación de grupos antiguos, hasta evitar responder mensajes que parezcan pishing, reenviados o de usuarios desconocidos.

Fuente: computerhoy