La NASA ya se está preparando a su vuelta a la Luna tras varias décadas sin pisar nuestro satélite. La misión es una de las más esperadas por la comunidad aeroespacial por todo lo que ello significa para el futuro de la exploración espacial.
Captada desde el interior de un tanque gigante de agua en el Laboratorio de Flotabilidad Neutral (NBL) de la NASA en el Centro Espacial Johnson de Houston (Texas), entre la luz turbia podemos distinguir dos figuras en una superficie que trata de imitar la Luna.
La instalación está diseñada para reproducir las condiciones que experimentarán los astronautas durante la primera visita tripulada al polo sur lunar como parte de las próximas misiones Artemis.
El tanque de agua, por ejemplo, ayuda a los astronautas a sentir las condiciones gravitacionales de la Luna, mientras que la exclusiva configuración de la iluminación reproduce las condiciones de penumbra del polo sur, ya que la luz del sol solo aparece unos pocos grados por encima del horizonte.
Mientras se acostumbran a las condiciones únicas de iluminación dentro de la piscina de 12 metros de profundidad, los astronautas aprenden tareas como la recogida de muestras de regolito lunar utilizando diferentes herramientas, la revisión de un módulo de aterrizaje lunar y la colocación de la bandera.