Tegucigalpa,Honduras miércoles 02 Febrero 2022
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, exaltó a su compatriota María Elena Bottazzi, científica, por haber sido nominada para el Premio Nobel de la Paz por su aporte a la humanidad con la vacuna Corbevax, libre de patentes y a bajo coste, junto con su colega Peter Hoter.
«¡Cuánto orgullo! María Elena Bottazzi, científica hondureña, ha sido nominada para premio Nobel de la Paz. Una hondureña de corazón que ha dedicado su vida al servicio a través de la ciencia. ¡No hay dudas que este es nuestro momento, el momento de la mujer hondureña!», enfatizó en la red social Twitter la presidenta Castro, quien asumió el poder el 27 de enero pasado.
«Mientras las personas del mundo enfrentan los numerosos desafíos de la pandemia, el esfuerzo por desarrollar y distribuir una vacuna de bajo costo para las todas las personas, sin limitación de patentes representa el trabajo por la fraternidad entre naciones y personas que el Premio Nobel, representa y celebra», subraya la carta enviada por Fletcher.
La vacuna Corbevax que el Hospital Infantil de Texas (EE.UU.) y el Colegio Baylor de Medicina han lanzado, supone un alivio para los países pobres afectados por la pandemia de covid-19, según dijo Bottazzi a Efe el 8 de enero, en comunicación telefónica desde Houston.
«Hace 10 años recibimos unos fondos para empezar un programa para enfermedades emergentes, enfocándonos en dos coronavirus, primero en el SARS y después el MERS, y esos conocimientos nos han permitido que a partir de 2020 logremos después desarrollar prototipos para la vacuna contra la covid-19», agregó.
Luego de conocer la nominación, Bottazzi, a través de un vídeo, le envió un mensaje a los hondureños diciéndoles que «hoy ha sido un día muy especial, muy emocionante, con miles de mensajes, congratulaciones, palabras bellas de amigos, de colegas, de familiares, instituciones, los medios de comunicación y lo más importante, muchos, muchos hondureños».
En sus palabras de agradecimiento señaló que el honor que se le ha conferido a ella, Hoter y el equipo de investigación que dirigen e instituciones con las que trabajan, ha sido algo «muy especial».
INDIA ESTÁ PRODUCIENDO LA CORBEVAX A GRAN ESCALA
«Esta nominación al Premio Nobel de la Paz, realmente para mi refleja en gran parte mis raíces hondureñas», enfatizó.
«Así que esta nominación es de ustedes, gracias por todo su apoyo, gracias por todos sus mensajes y a seguir adelante. Arriba Honduras», expresó la científica del país centroamericano.
La investigadora indicó en enero que a la Corbevax, que ya está siendo producida a gran escala en India, para poner en el mercado 100 millones de dosis al mes, aunque entre enero y febrero esperan tener 300 millones, «la estamos llamando la vacuna del mundo».
El coste de la vacuna es de uno a dos dólares, muy bajo comparado con el alto de otras de reconocidas farmacéuticas, según la profesional hondureña, quien hoy ha sido destacada en toda la prensa de su país y saludada por varias instituciones.
«Nos sentimos orgullosos por la nominación de la Dra. María Elena Bottazzi @mebottazzi al Premio Nobel de la Paz, reconocimiento por su extraordinaria labor en salud y contribución a la humanidad antes y durante la pandemia por COVID-19. Un alto honor para nuestra amada #Honduras», dijo en Twitter el rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah).
Bottazzi, licenciada en Microbiología por la Unah, también impulsa otros proyectos para crear una capacidad de investigación y desarrollo en Centroamérica y el Caribe, en lo que espera pronto lograr algo concreto desde Panamá.
El proyecto en Centroamérica y el Caribe, según Bottazzi, puede ser posible con la financiación del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros organismos.
Bottazzi, quien se comenzó a introducir en el campo de la investigación en Honduras, lleva más de 20 años trabajando en Estados Unidos en el desarrollo de vacunas.
Su investigación la empezó «con un enfoque muy específico», en desarrollar fármacos para enfermedades tropicales desatendidas, muchas conocidas en Honduras que tienen que ver con lombrices intestinales, el mal de Chagas y la leishmaniasis.
Fuente: hondudiario