Inicio - Sociales - Nómadas digitales: vivir viajando ya es una realidad

Nómadas digitales: vivir viajando ya es una realidad

Tegucigalpa,Honduras jueves 30 diciembre 2021

Levantarse. Ir al lugar de trabajo. Cumplir con la jornada laboral. Volver a casa. Y cada día, vuelta a empezar. Así es la rutina más habitual de cualquier profesional medio… ¿o deberíamos decir “era”? Depende de a quién se le pregunte.

Al fin y al cabo, además de nuevos tipos de profesiones enmarcadas en un contexto digital, y el crecimiento de los profesionales “freelance”, bien por voluntad propia o necesidad, también están surgiendo nuevas formas de cumplir con el trabajo.

El teletrabajo, es decir, trabajar a distancia sin ir presencialmente a la oficina, normalmente desde casa; el “co-working”, trabajar en espacios compartidos con otros “freelances” o teletrabajadores; o el “smart-working”, trabajar desde cafeterías u otros lugares, son algunos ejemplos.

Y otra fórmula, que va más allá, es la de los nómadas digitales: trabajar desde cualquier lugar y viajar como parte de ese trabajo o, sencillamente, por el placer de cambiar de sitio mientras se desempeña una profesión digital que lo permita.

TELETRABAJO: FUTURO EN EL PRESENTE.

Precisamente lo de teletrabajar desde casa creció de manera notoria a raíz de la crisis sanitaria por el coronavirus, cuando las cuarentenas y confinamientos desembocaron en una situación en la que no salir ni reunirse era lo esencial.

“Yo ya trabajaba mucho desde casa antes de la pandemia, así que lo que para algunos es novedad, para mí es absolutamente normal”, dice a Efe Naiara, una joven acostumbrada a teletrabajar.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el aumento del teletrabajo ocurrió a nivel internacional, aunque en diferente medida según el país. En el 89 % de casos en los que no se trabajaba desde casa, la razón era porque el empleo en sí no era compatible con esta modalidad.

Para Naiara, “es evidente que hay muchos trabajos que requieren la presencialidad”, y por eso se considera a sí misma “una privilegiada”, y lo explica: “la pandemia ha dejado a mucha gente sin trabajo, a otros la adaptación a hacerlo desde casa se les ha hecho dura… Para mí, no ha tenido ese impacto”.

Y es que su profesión, redactora y creadora de contenidos, es uno de esos nuevos trabajos digitales: “en mi caso solo necesito un ordenador, acceso a internet y mucha inspiración… Así es que antes de la pandemia practicaba mucho el ‘smart-working’ y buscaba a las musas en alguna cafetería”, comenta, aunque añade: “pero he de admitir que con la COVID-19, de momento, no me he animado a volver y solo trabajo desde casa”.

CONCILIACIÓN VERSUS RELACIÓN.

Aunque este concepto pueda parecer nuevo, ya existía en el siglo pasado. Pero ahora, en plena era digital y con el auge del teletrabajo, ha cobrado una nueva dimensión, algo en lo que la pandemia también ha influidoEFE/Valme Pardo/Paula Bernabéu

De acuerdo con un estudio elaborado por Bumerán y publicado en un artículo de Software Guru, México era uno de los países de hispanoamérica que llevaba la delantera (38% de incorporación en este modelo de trabajo).

Las empresas suelen tener más reticencias que los teletrabajadores a la hora de implementarlo. Estos últimos encuentran beneficios, como mayor productividad y concentración, menor estrés, ahorro de tiempo y mejor conciliación familiar.

Por contra, echan en falta el ambiente de oficina y la relación con los compañeros, un menor descanso, mayor aislamiento y dificultad para desconectar del trabajo. Algo con lo que concuerda Naiara: “los he vivido todos”, dice.

Y señala que “lo peor es efectivamente que, a veces, cuesta desconectar del trabajo y sigues atendiendo al mail o redactando una tarea incluso fuera del horario. Aunque, de todas formas, a mí me compensa”.

“Es cierto que la oficina tiene ese ambiente que te incita a concentrarte en el trabajo y un factor de compañerismo, pero en invierno, sobre todo, prefiero con diferencia poder trabajar en bata y pijama con mi chocolate caliente al lado”, añade.

NÓMADAS DIGITALES: LA OFICINA EN LA MALETA.

Nómadas digitales. Aunque este concepto pueda parecer nuevo, ya existía en el siglo pasado. Pero ahora, en plena era digital y con el auge del teletrabajo, ha cobrado una nueva dimensión, algo en lo que la pandemia también ha influido.

De hecho, de acuerdo con una investigación de MBO Partners y Emergent Research publicada por la Revista Byte, en Estados Unidos el número de nómadas digitales creció en 2020 en un 49% respecto a 2019.

Así, finalizando el año 2021 y con las nuevas olas de coronavirus rondando los diversos países, un 80% de estos teletrabajadores tiene pensado quedarse en el país anfitrión durante un año de media, frente al 7% que estaba pensando en mudarse.

Porque la clave de estos nómadas es, precisamente esa: cambian de lugar. En algunos casos, por largas temporadas, sin hogar fijo. En otros, haciendo viajes puntuales para seguir teletrabajando en el lugar de destino, y volver después a casa otra temporada.

De estos últimos el 42% hace viajes de entre un día y dos semanas de duración, mientras que un 23% viajan entre uno y dos meses cada vez, según la publicación 20 bits.

De nuevo, profesiones digitales y que no necesitan de la presencialidad son las más habituales en este estilo de vida: expertos en SEO, programadores y desarrolladores de software, community managements, “influencers”, consultores, creadores de contenido… Como por ejemplo, Naiara.

“Yo ya probé este verano a teletrabajar desde la playa: quería alargar mi estancia allí sin perjudicar mi trabajo y me gustó la experiencia así que… Quién sabe, quizá la próxima entrevista la responda desde una isla lejana”, aventura la joven.

¿Y ustedes, meterían su trabajo en la maleta? Parece que, en tiempos de internet, la posibilidad está ahí.

 

Fuente: La Tribuna

Más noticias...

Trujillo se prepara para celebrar sus 500 años de creación

En el Caribe hondureño yace Trujillo, la primera ciudad de Honduras. Como un lienzo pintado …

A %d blogueros les gusta esto: