China lleva algún tiempo poniéndose las pilas en el ámbito espacial. Aunque desde Occidente siempre hemos tenido a Estados Unidos o Rusia como los líderes del sector, ahora el país asiático se ha puesto en primer lugar.

Se debe a la demostración de lo que es capaz de hacer el satélite espía chino Beijing-3. Ha conseguido hacer una foto a un área de 3.800 km² en la zona de San Francisco. Esto pueden hacerlo otros satélites, pero necesitan cierta colocación y tiempo para ello.

El Beijing-3 lo ha hecho en 42 segundos y mientras estaba moviéndose. Este satélite puede tomar imágenes de la Tierra sin necesidad de pararse, incluso esta foto la ha hecho girando a 10 grados por segundo.

Todo se debe a la capacidad de la lente para moverse rápidamente y enfocar sin necesidad de que el satélite se pare.

Otros aparatos estelares tienen que pasar varias veces por la misma zona mientras orbitan nuestro planeta, pero el Beijing-3 lo hace a la primera y en pocos segundos.