Tegucigalpa,Honduras jueves 23 diciembre 2021
Los saurópodos gigantes de cuello largo, entre los que se cree que se encuentran los mayores animales terrestres que jamás han existido, prefirieron vivir en las regiones más cálidas y tropicales de la Tierra, lo que sugiere que pudieron tener una fisiología diferente a la de otros dinosaurios.
Esta es la principal conclusión de un estudio que publica la revista Current Biology, en el que científicos del University College de Londres y la Universidad de Vigo (España) tratan de explicar por qué los fósiles de saurópodos solo se encuentran en las latitudes más bajas.
Para llegar a sus conclusiones, analizaron el registro fósil de la era Mesozoica, que abarca desde hace unos 230 a 66 millones de años, y examinaron la presencia de fósiles de los tres tipos principales de dinosaurios.
Los saurópodos, entre los que se encuentran el Brontosaurio y el Diplodocus; los terópodos, entre los que están los velocirraptores y el Tiranosaurio rex; y los ornitisquios, como el Triceratops.
En su artículo, los investigadores señalan que el registro fósil muestra cero apariciones de saurópodos por encima de una latitud de 50 grados norte -un área que abarca la mayor parte de Canadá, Rusia, el norte de Europa y el Reino Unido- o por debajo de 65 grados sur, que abarca la Antártida.
En cambio, existen -según los investigadores- abundantes registros de terópodos y ornitisquios que vivían por encima de los 50 grados norte en períodos posteriores (desde hace 145 millones de años).
Combinando los datos fósiles con datos sobre el clima a lo largo del período, junto con información sobre cómo los continentes se han movido a través del globo, los científicos concluyen que los saurópodos estaban restringidos a hábitats más cálidos y secos que otros dinosaurios.
Es probable que estos hábitats fueran paisajes abiertos y semiáridos, similares a las sabanas actuales, explica el College de Londres en una nota.
«Nuestra investigación muestra que algunas partes del planeta siempre parecían ser demasiado frías para los saurópodos», resume Philip Mannion.
Por el contrario, otro tipo de dinosaurios sí podían prosperar en las regiones polares, desde el interior de la Antártida hasta la Alaska polar, que, debido al clima más cálido de la época, estaban libres de hielo, con una vegetación exuberante.
«Esto sugiere que los saurópodos tenían requisitos térmicos diferentes a los de otros dinosaurios, confiando más en su entorno externo para calentar sus cuerpos, un poco más cerca de ser ‘de sangre fría’, como los reptiles de hoy en día. Su gran tamaño insinúa que esta fisiología puede haber sido única», agrega el científico.
Alfio Alessandro Chiarenza, anteriormente en la universidad londinense y ahora en la de Vigo afirma: «Puede ser que los saurópodos fueran fisiológicamente incapaces de prosperar en las regiones más frías, o que prosperaran menos en estas zonas que sus primos dinosaurios y fueran superados».
Se sabe, por ejemplo, que algunas especies de terópodos y ornitisquios tenían plumas o pelaje que les ayudaba a conservar el calor corporal -pudiendo generar su propio calor interno-; en el caso de los saurópodos, sin embargo, no hay pruebas de este tipo de aislamiento.
Además, las estrategias de los saurópodos para mantener sus huevos calientes también pueden haber diferido de las de los otros dinosaurios.
Fuente: La Tribuna