Bill Gates ha entrado en la partida. El magnate americano se ha unido al exclusivo club de los multimillonarios con cohetes espaciales invirtiendo en Stoke Space, una de las compañías que quieren competir con SpaceX, usando dos nuevas tecnologías que no tiene Elon Musk, dicen.
Como apunta ‘Space News‘, Stoke Space ha reunido 65 millones de dólares la semana pasada en una inyección de capital capitaneada por la inversora de riesgo Breakthrough Energy Ventures, propiedad del cofundador de Microsoft. Según la compañía aeroespacial, usarán el dinero para terminar de desarrollar la segunda fase de su cohete reutilizable —en la imagen sobre estas líneas— con el objetivo de realizar la primera prueba a finales de 2022.
Las tecnologías de Stoke Space
La empresa basada en Seattle, Washington —hogar de la propia Microsoft—, no ha compartido información técnica sobre estas dos tecnologías que le pueden dar una ventaja sobre el resto de competidores en la nueva carrera espacial.
Solo sabemos que una de ellas tiene que ver con los motores. La compañía no ha revelado detalles, pero no son parecidos a los que estamos habituados. Stoke Space afirma que son más potentes y eficientes que los de la competencia. Según su cofundador —Andy Lapsa—, “será de lejos el motor de cohete con mayor rendimiento de todos los lanzadores pequeños”.
La segunda tecnología es el escudo térmico que protegerá la segunda fase del cohete en su reentrada en la Tierra. El SpaceX Starship utiliza azulejos de cerámica para absorber el calor que ocasiona la fricción atmosférica en la reentrada y, teóricamente, evitar que destruya el casco de acero de la nave.
Stoke Space afirma que no usará este sistema. Los azulejos de cerámica, asegura, son demasiado frágiles. Según Lapsa, “resolver ese problema fue esencial en nuestros primeros días y, francamente, si no hubiéramos tenido [una idea] que pensáramos era factible, probablemente no hubiéramos comenzado esta compañía”. Lapsa afirma que usar azulejos requiere inspecciones laboriosas y continuas que limitan seriamente el tiempo entre lanzamientos. Los cohetes de Stoke Space, dice, deben ser capaces de despegar y aterrizar de forma precisa en un punto para luego estar listos para el despegue unas horas más tarde.
Fuente: actualidad.rt.com