La NASA lleva décadas trabajando para evitar que un asteroide impacte contra la Tierra, acabando así con gran parte de la vida terrestre tal y como la conocemos. Tras el lanzamiento de DART ahora es el turno de mejorar el software anticolisiones.
La NASA lleva décadas vigilando los cielos en busca de asteroides potencialmente peligrosos, pero hay algunos factores que el viejo programa de rastreo Sentry no podía tener en cuenta.
Por este motivo, la NASA ha desarrollado el Sentry II, un sistema de segunda generación que permite a los astrónomos calcular las órbitas y las posibilidades de impacto de los asteroides con mucha más precisión.
Los impactos de asteroides pueden ser catastróficos para la Tierra, como bien saben los dinosaurios. Se cree que la roca del día del juicio final, la que terminó con ellos, tenía unos 10 km de ancho, pero incluso un asteroide mucho más pequeño podría causar graves daños.