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Los siete astronautas que están actualmente en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) han tenido que refugiarse dentro de sus naves espaciales a causa de una aparición de una nube de escombros en órbita, teniendo en cuenta que el departamento de Estado estadounidense ha confirmado que los fragmentos proceden de una prueba de misiles antisatélite con origen ruso.
De momento se conoce que la ISS sigue funcionando de manera correcta y que los siete tripulantes no han sufrido daños a causa de la ruptura del desaparecido satélite ‘Kosmos-1408’, dejando como consecuencia cerca de 1.500 piezas de escombros visibles y otros miles que son imposibles de rastrear debido a su minúsculo tamaño.
En el caso de que la Estación Espacial Internacional hubiese sido dañada por los escombros, la agencia de noticias rusa TASS confirmó en un comunicado que los astronautas hubiesen podido utilizar las naves espaciales ‘SpaceX Crew Dragon’ y la cápsula ‘Soyuz’ para regresar de manera segura a la Tierra en el caso de que la ISS se viese perjudicada por los escombros.
La Agencia Espacial Federal Rusa (también conocida como Roscosmos) afirmó en un tuit que la tripulación estaba realizando operaciones en concordancia del programa de vuelo y que el objeto que suponía un amenaza se había alejado de la órbita de la ISS, no obstante, los controladores de la misión estuvieron proporcionando instrucciones para que la actividad volviese a la normalidad.
Por otro lado, Joey Roulette (periodista del diario The New York Times) afirmó en su cuenta de Twitter que “La Fuerza Espacial de Estados Unidos está al tanto de un evento generador de escombros en el espacio exterior, además, está trabajando para caracterizar el campo de escombros y continuará asegurándose de que todas las naciones con viajes espaciales tengan la información necesaria para maniobrar satélites en caso de impacto”.
LeoLabs, la empresa de rastreo de desechos espaciales, ha recopilado una serie de datos en el que muestran que como mínimo 30 objetos que están cerca de la ubicación del satélite ruso. De momento se espera que dichos escombros se localicen lo antes posible para empezar a catalogarlos porque la basura espacial podría seguir orbitando durante cien años, como mínimo.
Fuente: https://www.20minutos.es/
