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En la actualidad llegar a Marte en una misión tripulada es uno de los objetivos más ambiciosos de la carrera espacial en la que se encuentran empresas como SpaceX, Blue Origin o la NASA. La cuestión es, ¿quién será el primero en conseguirlo? Difícil respuesta, ya que todos ellos se encuentran trabajando con la élite en cuanto a ingeniería espacial se refiere.
La distancia más cercana entre la Tierra y Marte es de unos 54,6 millones de kilómetros, esto contando que la Tierra se encuentre en su punto más lejano al Sol y por el contrario Marte se encuentre en el punto más próximo al astro de nuestro sistema solar. Fenómeno que no se ha producido nunca. En 2003 se produjo la máxima aproximación entre la Tierra y Marte al situarse a 56 millones de kilómetros de distancia. El pasado mes de octubre ambos planetas se situaron a 62 millones de kilómetros el uno del otro.
SpaceX lidera la conquista del espacio
Una de las últimas hazañas espaciales de SpaceX ha sido la misión Inspiration 4, la primera misión del mundo en contar con una tripulación formada completamente por civiles a bordo de la cápsula Dragon y que se ha mantenido en órbita durante tres días. Actualmente SpaceX tiene contratadas más misiones de este tipo, según los últimos datos al menos cinco, para que próximamente vuelen otros grupos de turistas espaciales.
Pero la gran apuesta de SpaceX para ser los primeros en llegar a Marte es la nave espacial Starship. La nave representa un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tanto a tripulación como materiales a la órbita terrestre, la Luna o Marte. Starship está considerado como el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado, con capacidad de transportar más de 100 toneladas métricas a la órbita de la Tierra.
¿Cómo sería su aterrizaje en Marte?
Según SpaceX, Starship entrará en la atmósfera del planeta rojo a 7,5 kilómetros por segundo y desacelerará aerodinámicamente. El escudo térmico de Starship está diseñado para soportar múltiples entradas, pero debido a que la entrada de la nave en la atmósfera marciana se produce a altas temperaturas, es posible que su superficie se vea afectada por la ablación del escudo térmico (similar al desgaste de una pastilla de freno). En el siguiente video podemos observar una simulación de la entrada de Starhip en la atmósfera de Marte.
Blue Origin a por el turismo espacial
Jeff Bezos parece que está más centrado en poder llevar a astronautas de la NASA a la Luna que en conquistar Marte. El pasado mes de julio estaba dispuesto a renunciar a hasta 2.000 millones de dólares de los gastos derivados de una misión a la Luna con tal de volver a competir con Elon Musk. Finalmente, la NASA adjudicó el proyecto de regreso a la Luna a SpaceX y la compañía espacial Blue Origin decidió interponer una demanda contra la NASA.
Con todo eso, no parece que la aspiración real a día de hoy de Jeff Bezos y Blue Oirigin sea la de conquistar el planeta rojo. Tecnológicamente están a años luz de SpaceX y, si quieren aspirar a algo más que llevar turistas al espacio, van a tener que invertir muchos más recursos humanos y económicos. Por el momento, su vía de financiación es la venta de acciones de Amazon y las futuras misiones turísticas para contemplar la Tierra.
La NASA, replicando la vida en Marte
Las aspiraciones de la NASA para llegar al planeta rojo pasan por la vía privada. Los recortes que han tenido en los últimos años han propiciado la entrada de empresas privadas en el sector aeroespacial y SpaceX, la empresa de Elon Musk, por el momento lleva ventaja.
La adjudicación por parte de la agencia americana a SpaceX de los proyectos más ambiciosos hace que la llegada humana a Marte pueda ser una realidad en muy poco tiempo. El paso intermedio es establecer una base en la Luna que sirva como trampolín hacia el planeta rojo y para ello, el proyecto Artemis adjudicado a SpaceX, se antoja clave. Las primeras pruebas que está realizando la propia NASA son replicar las condiciones de vida y la que podría ser la base en Marte. El proyecto se llama Mars Dune Alpha, y es una base impresa en 3D en la Tierra, de unos 160 metros cuadrados y con todo tipo de equipamientos, en la que convivirán cuatro astronautas a modo de simulacro.
